Voto decidido

Estamos ante unas elecciones muy importantes para el futuro de España. En ellas decidimos sobre seguir creciendo económicamente o no y por lo tanto sobre la reducción del paro, sobre la unidad de nuestro país, sobre la mejora del estado del bienestar, y sobre todo para no retroceder en el progreso y avance de la nación más antigua de Europa.

Es trascendental la participación, es importante votar y que cada uno de nosotros reflejemos en las urnas lo que sentimos, nuestra forma de pensar y lo que creemos que es lo mejor para las españolas y los españoles, y en definitiva para nuestra tierra. El 20D ha de ser la gran fiesta de la democracia.

Lamentablemente dos días después de empezar la campaña ya se ha abierto la veda del “vale todo” y “miente que algo queda”, pero también es verdad que el candidato del PSOE ya no sorprende a nadie con estos titulares:

“Sánchez ofrece una mayoria con cualquier partido si gana el PP” (El Pais, 5/12/2015).

“Pedro Sánchez ofrecerá un pacto a C’s y Podemos, anti PP” (El Mundo, 5/12/2015).
Como nos tiene acostumbrados, demuestra la falta de madurez política y su catadura moral, hay que gobernar como sea y con quien sea. Algo, que ya ha hecho en las municipales y autonómicas y de lo que estamos sufriendo las consecuencias.

Actuar así pasa factura porque los resultados para el PSOE, de confirmarse la última encuesta del CIS, no son nada halagüeños. Los socialistas obtendrían el peor resultado desde la restauración de la democracia. En estas condiciones el guapo de Pedro Sánchez no tendría otro remedio que irse a su casa y dedicarse a otra cosa.

Y es que Pedro sabe que Susana le espera. Sinceramente estoy convencido que es lo mejor que le puede pasar a España, ¡otro Zapatero! ¡no, por favor!… y es que el socialismo siempre sale carísimo y ahora España no se lo puede ni debe permitir
Quédense con la frase de Iglesias: “Me gustan las promesas del PSOE cuando están en la oposición pero no me gusta lo que hacen cuando gobiernan”.

Por otro lado es intolerable que Maduro, el presidente que ha convertido a Venezuela en una república bananera, se burle y menosprecie al presidente del gobierno de España, pero todavía es más inconcebible, que horas después de hacerlo, reciba en audiencia a Rodríguez Zapatero. ¡Viva el patriotismo! No es de recibo que un señor que ha sido presidente del gobierno de nuestro país, consienta esta falta de respeto al actual presidente del gobierno, y con él a toda España. Pero bueno, ahora Maduro ya tiene bastante con los resultados de casa ¿A quién le decimos Bye, Bye?

Por otro lado Albert Rivera, continua esquivo y errático, por ejemplo, cuando hace unos días el líder de Ciudadanos patinó en la Universidad Carlos III.

El señor Rivera recomendaba la filosofía de Kant al público, para minutos más tarde reconocer que nunca había leído nada de Kant, ¡Muy fuerte!, ¡Que despilfarro de prepotencia! ¿No les parece?

Y es que el líder de C’s está convencido que va ser presidente del gobierno. De hecho, afirma que nunca apoyará la investidura de Mariano Rajoy. Pero en realidad, más que convencido, está ávido de poder, tanto que en 24 horas cambia radicalmente su mensaje:

“Albert Rivera: sería presidente con el apoyo de Sánchez e Iglesias” (La Razón 5/12/2015).

“Rivera: seré el líder de la oposición si quedo segundo” (El Mundo 6/12/2015).
Ya tenemos algo que une a los aspirantes a presidente del gobierno; venderían su alma al mismísimo diablo para conseguir el gobierno de España, claro está, sin respetar a la fuerza más votada.

España merece gobernantes con experiencia de gobierno. Sánchez, Rivera e Iglesias nunca han gobernado ni han administrado presupuesto alguno. Los tres candidatos, han ostentado cargos públicos, pero todos ellos en la oposición.

Yo voy a votar al Partido Popular:

Porque alguien tiene que defender lo conquistado.

Porque hay que concentrar el voto en el Partido Popular para evitar un pacto de perdedores.

Porque quiero vivir en una España, que, pase lo que pase, se mantenga siempre unida.

Porque solo el Partido Popular está en condiciones de lograr que en 2020 haya 20 millones de españoles trabajando.

Porque España necesita al partido popular cuatro años más para consolidar la recuperación.

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