Vedruna, un club peculiar

Si hay un club que rompe reglas dentro del fútbol local ese es el CD Vedruna. La entidad representativa de las Carmelitas prioriza delante de los éxitos deportivos el fomentar ser un equipo de colegio y sus plantillas están formadas en un elevado porcentaje por alumnos del centro. De hecho, su formación de la competición de adheridos es penúltimo con solo dos triunfos en trece jornadas y el equipo de Segunda Regional figura en mitad de tabla.

Precisamente la plantilla de la liga local es la que más antiguos alumnos aglutina en su plantel. Hasta el 85 por ciento del equipo estudió en el centro. En el caso del equipo de regional se sitúa en el 53 por ciento. “Tenemos muy clara nuestra filosofía y para nosotros es más importante que los alumnos de nuestro centro tengan una ventana abierta a hacer deporte que conseguir buenos resultados. Eso no quiere decir que no seamos un club acogedor y no tengamos las puertas abiertas a que vengan jugadores de fuera”, recalca Mariano García-Valladolid, presidente y jugador aún en activo, en este caso a sus 40 años como capitán del equipo de regional.

Esas estadísticas desvelan a su vez que un 70 por ciento han sido alumnos de Carmelitas con la suma de los dos equipos. Pero la estructura deportiva del CD Vedruna no solo se nutre de sus dos plantillas de fútbol, sino que la entidad fundada en 2002 cuenta con otros doce equipos, la mitad en fútbol –dos prebenjamines, dos benjamines, un infantil y un cadete en regional–, cuatro en fútbol sala –un querubín, un alevin, un infantil y un juvenil– y dos en baloncesto –un alevín y un sénior en la liga local–.

García-Valladolid recalca que en la formación de sus equipos no se prioriza la calidad, “sino que los agrupamos por edades, aunque ello conlleve muchas veces una descompensación del nivel de las plantillas. También buscamos un mínimo de implicación y fidelizar a través del pago de una cuota, que muchas veces no representa ni la mítad de los verdaderos gastos, para que nuestros jugadores tengan un sentido de pertenencia y que les cueste algo jugar. Hay clubes en el fútbol local en los que no se paga nada y es un problema para las entidades porque de repente lo quieren dejar y marcharse a otro sitio que tampoco les cuesta jugar. Lamentablemente está sucediendo y este tipo de situaciones acaban perjudicando a los equipos”.

No ser un club acaparador de ligas o de títulos no quiere decir que no las haya conseguido. Fue a mediados de la pasada década vivieron su particular época dorada con el título de Segunda en la temporada 2004/05 y el de Primera en la 07/08, ser subcampeón en la 09/10 y ganar el Relámpago en la 11/12. Hace dos temporadas, el CD Vedruna decidió inscribir su primer equipo de fútbol en la Segunda Regional. “Nos vimos un poco obligados a dar este paso por la informalidad que empezaba a haber en la liga local. No éramos de las plantillas más fuertes del campeonato, pero siempre hemos querido ser un club cumplidor a la hora de entrenar y jugar los partidos. Muchos sábados nos acostábamos pronto para al día siguiente estar frescos y te encontrabas que el rival no se presentaba”, explica el presidente del Vedruna, quien cree que el fútbol local necesita de nuevos estímulos y la toma de decisiones. “No lo digo como una crítica –ha asegurado Mariano García-Valladolid–, sino a modo de opinión. Tenemos el ejemplo de lo que pasó en las categorías infantil, juvenil y cadete. Desaparecieron de la liga local hace dos temporadas, este año de nuevo se ha vuelto a recuperar la liga infantil, pero el fútbol adherido corre el peligro de seguir los mismos pasos. Cada vez somos menos equipos y las diferencias son más grandes entre un par de equipos de arriba y el resto”.

Pone el ejemplo de la Segundo Regional, una competición en la que además de Vedruna está el Esides y de la zona figuran el Cocentaina, At. Muro, Rayo Ibense B, Peña Madridista de Ibi, Banyeres, Castalla, Onil y Bocairent, entre otros clubes. “Se ha conseguido una competición muy bonita, que tiene su nivel y los equipos son serios. Nosotros estamos muy contentos. El año pasado quedamos en mitad de tabla y esta temporada vamos por el mismo camino con la posibilidad de seguir mejorando.. Esa competitividad es la que había hasta no hace mucho a nivel local y se ha perdido. Es la realidad y es una lástima. El fútbol local está en un momento complicado y necesita de realidades para que no termine demorirse”, destacó.

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