Valor se le supone. MARCOS MARTÍNEZ COLOMA. Concejal GM Ciudadanos Alcoy
Asistimos estas últimas semanas a un incremento constante y alarmante de casos de COVID-19 en nuestra comarca y en nuestra ciudad, sin que parezca que haya forma de atajar esta tendencia. En tan solo 3 días, hemos pasado de los 335 casos por cada 100.000 habitantes, a los 517 en Alcoy, dándose esta circunstancia en toda el área de salud, con incrementos significativos en poblaciones como Castalla, Ibi o Banyeres.
Se nos dice por parte del Gobierno Municipal que se aplican y cumplen todos los protocolos marcados por Conselleria, sin que al parecer esto sea suficiente para controlar una situación que, día tras día, empeora. Se echa en falta algo de iniciativa por parte del Ayuntamiento para hacer frente a esta pandemia que se nos está descontrolando, dando una sensación de temor y de desapego por tomar cartas en el asunto, conformándose con aplicar los decretos de Conselleria, dejando que les lluevan las críticas y, lo que es peor, los contagios.
¿Se realizan los controles necesarios? ¿Se vigilan adecuadamente las actividades que se llevan a cabo? ¿Se toman realmente medidas de prevención? Es evidente que no. Es cierto que esta pandemia no es culpa de nadie, pero sí la gestión que se haga de ella. Se puede suspender una romería a causa del tiempo, o acortar una cabalgata por motivos logísticos pero, al parecer, cuesta mucho tomar otras medidas para proteger la salud de todos los alcoyanos. Otros municipios han sido más valientes en este aspecto sumando iniciativas, dentro de sus atribuciones, a las marcadas por la Generalitat o el Estado, y con el incremento del control policial o el cierre perimetral de la población, han conseguido controlar y doblegar la curva de contagios.
Una herramienta esencial con la que cuenta este Gobierno es la detección de la incidencia del COVID en las aguas residuales, herramienta que Ciudadanos, por medio de un ruego aceptado por el Gobierno en el último pleno, pedía optimizar y acotar por zonas, ya que permiten una importante anticipación a los datos sanitarios. Puesto que lqs últimas cifras obtenidas por estos análisis batieron record, cabía esperar medidas al respecto, aprovechando la ventaja del tiempo.
Pero que parece que prefieran curar a prevenir, pese a propuestas de todos los grupos políticos que se entienden como exageradas o alarmistas. Nunca está de más ser precavido, máxime con un tema tan delicado como la salud. Desde Ciudadanos se proponía hace dos meses la posibilidad de cerrar parques infantiles como medida preventiva pero, al no estar contemplada por la Generalitat, ni siquiera se valoró. También apelamos al sentido común a la hora de la organización de cualquier tipo de eventos, deportivos, culturales, o, por su proximidad, la celebración del 25N con todas las garantías sanitarias, descartando las actividades que conlleven un mayor riesgo o dificulten el control.
Son situaciones que no vienen de nuevas, ya que en la primera ola de pandemia se echó en falta un liderazgo firme y muchas decisiones se tomaron desde el equipo de Gobierno socialista empujados por la oposición en otros. Sí, esto nos ha cogido a todos por sorpresa, es cierto, y nadie estaba preparado, pero en esta segunda ola deberíamos haber aprendido algo para no cometer los mismos errores y lamentarnos después.
¿Es necesario realizar actividades escolares fuera del ámbito de sus centros? ¿Hay que mantener actividades que conlleven un cierto riesgo y que no sean esenciales? ¿Realmente se conciencia a la ciudadanía o se es excesivamente permisivo? ¿Falta valentía por parte del Gobierno para tomar medidas impopulares pero necesarias?
El valor es una virtud que normalmente se le supone a todo el mundo pero, en este caso, existen dudas razonables de que se esté actuando con valentía