¿Vacaciones? No sin mi perro
Cada cuatro minutos se abandona un perro o un gato en España. En total, son 137.800 las mascotas que se quedan en situación de desamparo anualmente, según la Fundación Affinity. Este hecho, considerado un delito, se acentúa en verano, cuando muchos dueños eluden su responsabilidad al marcharse de vacaciones. Sin embargo, existen muchas soluciones prácticas para que los animales de compañía viajen con sus propietarios. Estos son algunos consejos para moverse a cuatro ruedas con nuestro perro.
– Documentación en regla: Para circular por el país, en España se requiere la cartilla sanitaria oficial actualizada y sellada por un veterinario colegiado. Si el desplazamiento es a un país de la Unión Europea tendremos que tener también en regla el Pasaporte para Animales Domésticos. El microchip es importante siempre en caso de pérdida o accidente.
– Trucos para un viaje sin ansiedad ni mareos: Una visita al veterinario antes de emprender el viaje es recomendable para chequear la salud del perro y prevenir sobresaltos. “El perro debe estar en ayunas un mínimo de dos horas antes del viaje. Hay que darle sólo agua fresca y administrarle un antihemético para impedir los vómitos y mareos”, aconseja el Dr. Armand Tabernero, veterinario. “Para mitigar la ansiedad, existen medicaciones naturales como valeriana o pasiflora que no causan efectos secundarios”, añade.
– El perro, nunca suelto por el coche: Según la normativa de tráfico, los animales deben estar bien asegurados para garantizar que no interfieran en la conducción o la estabilidad del vehículo. El perro no puede viajar suelto, por ejemplo en el asiento trasero, ya que saldría lanzado en caso de accidente y los daños podrían ser mortales, tanto para el conductor como para el animal.
– Transportín, arnés o rejilla divisoria para la seguridad de todos: Los perros pequeños pueden viajar en un trasportín colocado en el suelo del asiento trasero o sujeto con el cinturón. Según explica Miquel Contijoch, responsable de accesorios de SEAT, “en caso de que el perro sea grande, podemos situarlo en el maletero colocando una rejilla rígida que lo separe del resto de los pasajeros”. Para canes de cualquier tamaño existe la opción de sujetarlos con un arnés de uno o dos enganches en el asiento trasero del coche, uniéndolo al cinturón de seguridad.
– Fundas protectoras para el asiento y el maletero: Es muy común que el perro suelte mucho pelo o incluso babee debido al estrés del viaje o del calor. “Para proteger la tapicería y mantener limpios los asientos del coche existen fundas tanto para el maletero como para la parte trasera del vehículo”, comenta Contijoch.
– Viajar ventilados, pero sin asomarse: Durante el trayecto es recomendable abrir de vez en cuando las ventanillas para oxigenar el ambiente, aunque llevemos el aire acondicionado. Sin embargo, se debe evitar que el perro asome la cabeza, porque podría causarle otitis o conjuntivitis.
– Aparcar en la sombra y estirar las patas: En todos los viajes, y especialmente en verano, es importante que se hagan paradas al menos cada dos horas para que todos los ocupantes del coche estiren las piernas y las patas. Es buena idea mantener las ventanas entreabiertas y no dejar nunca el perro dentro del vehículo. La pausa será un buen momento para descansar e hidratarle.
– Un premio al llegar a destino: Al llegar al destino final, se recomienda que el perro se familiarice con el nuevo entorno, coma, tome el aire y juegue con sus amos. Es momento de premiarle con alguna de sus chucherías favoritas para felicitarle por la prueba superada.