Una ciudad sin innovación, pero inteligente
La innovación es esa capacidad que se tiene para alterar algo e introducir novedades, bien sea en nuestro negocio, vida personal o profesional. Durante estos tiempos complicados algunas empresas: grandes, medianas y pequeñas, han desarrollado esta capacidad para afrontar la nueva situación de incertidumbre que se avecina. Otras, sin embargo, han permanecido en su zona de confort o han rescatado antiguos proyectos que no funcionaron con la esperanza de que sea su revulsivo.
Es el caso del gobierno municipal. No más lejos de la realidad, se han dedicado a incorporar a sus intenciones de crear una ciudad inteligente antiguos deseos infructuosos, tales como peatonalizar el centro. Introduciéndose así en un bucle de índole bíblicas. Pero la oposición no se queda atrás porque como dice el dicho: “el que va con un cojo, al año cojo y medio”.
El gobierno municipal ha inhabilitado el proyecto innovador de Alcoinnova pero incomprensiblemente justifica la ampliación del polideportivo y por si fuera insuficiente se va a crear un nuevo circuito de BMX. ¿Es más innovador crear zonas deportivas que zonas industriales? ¿Esta es la ciudad inteligente que desea el gobierno? ¿Por qué no desmantelamos el parque de Cantagallet y el instituto Pare Vitoria y creamos un campo de golf? Al menos mejoraría el estado indecoroso del parque.
Un partido de la oposición pretende desmontar uno de los proyectos estrella del gobierno proponiendo aceras seguras para los viandantes y calzadas para las bicicletas. Entonces, ¿qué hacemos con el ínclito eje ciclopeatonal inclusive la zona de descanso en la calle Carmen Vidal que con tanta incontinencia e interés se ha creado? En realidad, ¿es más preocupante reforzar la cita previa del ayuntamiento que las inestables casas de un centro histórico inexpresivo?
El estado de incuria que ha caído la ciudad es la consecuencia de la inconsciencia de los que se creen indispensables para influir en la transformación de la ingeniosa ciudad industrial de antaño, en la inapreciable ciudad inteligente del presente y futuro. La innovación es necesaria para desarrollar la inteligencia. Y la ineficiencia política que invade el consistorio dista mucho de crear una ciudad inteligente.
Por tanto, no piensen señores del gobierno y la oposición que los ciudadanos somos indoctos y estamos licenciados en ingenuidad y doctorados en indiferencia. Su visible ineptitud para gestionar e innovar nos hace doctores cum laude en incongruencia y catedráticos en incompetencia. Por consiguiente, despierten el ingenio, tomen iniciativas innovadoras y aparquen su ínfula, su inefable gestión y su insistente insolencia hacia la inteligencia de los ciudadanos en unos de los injustificables aparcamientos que han creado.