Un tren con futuro
Que se anunciaran las obras en la línea de tren para el lunes y que el lunes empezaran abre la puerta a la esperanza. Personalmente soy una amante del tren, me gusta como medio de transporte y durante años he sido una usuaria frecuente de la línea Alcoy–Xàtiva–Valencia, pues la utilizaba habitualmente para enlazar hasta mi residencia en Barcelona, como también la he seguido usando con posterioridad para llegar al corazón de Valencia sin tener que preocuparme de dónde aparcar. Reconozco, eso sí, que en muchas ocasiones ha sido un acto de fe, pues el viaje es tan largo y los transbordos tan molestos que solo el empeño ha hecho que lo haya seguido utilizando.
Cuando en 2009 se anunció a bombo y platillo un convenio de 65 millones de euros, a asumir entre dos administraciones, me mostré escéptica a que fuera a llevarse adelante. Dos administraciones, gobiernos de diferente signo en muchas ocasiones, una línea entre montañas que posiblemente no dé las fotografías que muchos políticos buscan, y una crisis que bloqueó las inversiones eran demasiados condicionantes para que una persona poco optimista, como es mi caso, viera en ese convenio una realidad.
Y así ha sido. Inversiones puntuales y nada más. Los años han ido pasando y la línea no solo no había mejorado como se anunció, sino que ha empeorado hasta ser urgente una reparación.
Ahora, estos cuatro millones que van a invertirse no van a solucionar todos sus males ni mucho menos, pues está claro que hacerla competitiva con el transporte por carretera supone mucho más, pero sí considero que debe ser el revulsivo que comporte que las administraciones sigan invirtiendo, que lo vean como un tren de futuro, y que los alcoyanos podamos empezar a ver nuestro tren como ese medio de transporte que nos permite la alternativa al coche sin perder medio día. Será básico para ello que la línea reabra en el tiempo anunciado, que notemos la mejora y que no tengamos que esperar décadas a que lleguen más actuaciones.