Un Jumilla con equilibrio
Vino de desierto, en eso se han convertido los vinos elaborados en el sureste español. Zonas semidesérticas, donde cada gota de lluvia es un regalo vital para la continuidad de la vida.
Este clima con temperaturas elevadísimas en verano y una pluviometría que puede estar por debajo de los 200 litros por metro cuadrado al año, es el medio donde se producen los vinos de Jumilla, una denominación de origen que, aún hoy, es considerada por muchos como una denominación que elabora vinos peleones, densos, alcohólicos… Y que en cambio. desde hace unas décadas a hoy ha logrado sorprender a los mejores críticos y a todos los consumidores que se han parado a catarlos y beberlos.
Y la única diferencia en estos años no es otra que la formación y las mejoras técnicas en las bodegas de la zona. Enólogos capaces de afrontar este clima hostil y elaborar vinos fascinantes. Pero la base de estos vinos no es otra que la variedad autóctona, la Monastrell, la reina de la zona de Murcia y Levante en general, que es capaz de sorprendernos y cautivarnos. Y es que esta variedad tiene una gran potencia de sabores, matices en nariz y boca y su toque goloso, que no dulce.
En esta DO Bodegas Sierra Norte se ha establecido en los últimos años, para crear su gama de vinos Equilibrio, un nombre que no sólo define muy bien el vino que alberga, un vino redondo, complejo, y fácil de beber, sino que además se refiere a su búsqueda del equilibrio entre la agricultura, el ser humano y la naturaleza. Y es que en el equilibrio se dice, se encuentra la perfección.
A diferencia de otros vinos de Jumilla, Sierra Norte sacrifica parte de la maduración de la uva para lograr una mayor acidez, que le aportan a sus caldos mayor frescura tanto en boca como en nariz. Pero que no pierde el toque dulzón y goloso de la Monastrell. Y su paso por barrica, durante 9 meses, le otorga carácter y complejidad. Es por ello un vino de Jumilla atípico en cierta medida, pero que vale la pena disfrutar.
Salud!