Un bierzo que dará muchas sorpresas
Un vino siempre se dice que es un poco la expresión de la zona donde se elabora. Capaz de transmitir el clima de ese año, el suelo donde nace y la destreza del enólogo. Un vino nos permite descubrir zonas y lugares que no hemos podido llegar a visitar o conocer.
Las bodegas son conscientes que el mejor embajador de su marca y de su zona son ellos mismos, de ahí que en la mayoría de zonas con denominaciones, con cierto calado, se esté impulsando muchísimo el turismo enológico.
El Bierzo, es uno de esas denominaciones que pretende conseguir un aumento del turismo y de las visitas a sus bodegas. En el Bierzo, no solo se pueden beber grandes vinos, sino hacer turismo de interior que nos permite descubrir paisajes como las Medulas romanas, Ponferrada,… De modo que la excusa es el vino o el vino es el aliciente definitivo.
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El Bierzo tiene su uva autóctona en tinto, que es la Mencia, una variedad muy rústica si no se sabe elaborar, pero bien procesada es espectacular y ha conseguido poner a los vinos del Bierzo en las cartas de los restaurantes más importantes del mundo. Por ello muchos bodegueros de renombre han ido a esta zona a elaborar aquí sus vinos y muchas bodegas con enólogos jóvenes, están creando proyectos muy interesantes y novedosos. Su asociación autóctona es una forma de estar al día de las novedades de las bodegas.
La familia García Rodríguez, decide crear este proyecto en Cacabelos. Ellos eran descendientes de agricultores gallegos y deciden venirse al norte de León a elaborar vinos de forma integral y sostenible. Para ello buscan el mejor equipo tecnológico y humano, donde Olga Verde, que precisamente también es gallega, se encuentra al frente del proyecto en campo y enología.
Su trabajo lo disfrutamos en sus vinos y sus ganas de mejorar e innovar lo descubrimos en que, además de vinos tranquilos, es capaz de elaborar un espumoso de gran calidad.
El vino que hoy nos ocupa es su vino de crianza en Mencia, potente, con cuerpo, nariz con mezcla de frutas, moras, violetas, muy propias de la Mencia y con toques de ahumados y tostados, de los 12 meses que ha pasado en barrica. El tiempo ha puesto al Bierzo en el mapa vitivinícola mundial y el tiempo pondrá este vino en el top de vinos del mundo.
Salud!