Tremendo tremendal

Tremedal es una palabra que encontré navegando por el inmenso océano digital en busca de un sinónimo para un relato. Despertó mi curiosidad tan singular vocablo y decidí pulsar sobre él: “Terreno pantanoso, abundante en turba, cubierto de césped, y que por su escasa consistencia retiembla cuando se anda sobre él” Al terminar de leer la acepción una lluvia de titulares de prensa relacionadas con el gobierno municipal inundaron mi cabeza: Calle Calderón, imputación del señor alcalde, sobrecostes del Calderón…

Desde el comienzo de la legislatura el gobierno se ha movido por terreno pantanoso. Pero con el transcurso del tiempo y a cada paso que dan los ediles socialistas, el terreno se vuelve menos consistente y retiembla cuando andan sobre él.

Gobernar en minoría fue empezar a pisar terreno fangoso.

Si a esto le añadimos: las dos visitas del señor alcalde al juzgado en calidad de investigado; las explicaciones que solicita Guanyar Alcoi en torno a los sobrecostes del Calderón y por qué se empeña el gobierno municipal en esconder a Sedano; la desestimación del contencioso presentado por el Ayuntamiento contra la ATE de Alcoinnova… Y a este golpe del Tribunal Superior de Justicia al gobierno, le añadimos la insistencia del PP a la realización del proyecto Alcoinnova con petición a sus majestades los Reyes de Oriente incluida… con todo esto el terreno pasa de ser un simple charquito de fango a ser un terreno pantanoso y arduo de transitar.
Y por si fuera poco, la coalición Podemos-Compromís fue la fuerza política más votada en la ciudad en las eleciones generales del pasado 20D. Lo que pone de manifiesto por el tremendo tremedal que ha de caminar el gobierno de la ciudad durante el resto de la legislatura. La postura y dejadez del gobierno en todos los asuntos importantes de la ciudad tiene que cambiar y mucho si al final del mandato pretenden la reelección.

Tal vez ningún edil del consistorio se percate que si el gobierno camina por un tremendo tremedal, los ciudadanos también lo hacemos. Quizás ningún regidor de la oposición repare que por cada queja contra el gobierno municipal el suelo pierde solidez y éste se hunde. Pero no sólo se hundirá el gobierno, sino toda la ciudad.
Y mientras, poco a poco, el consistorio municipal se va convirtiendo en una mezcla entre el camarote de los Hermanos Marx y la ciénaga de Srek. La ciudad continua perdiendo habitantes, los parques descuidados y sucios, las esquinas y portales de las viviendas con manchas y olores a las meadas caninas que sus dueños les permiten. Una escasa y descuidada señalización vial como se puede comprobar en la reapertura de la calle Calderón. Una movilidad intrincada sin un plan específico…

Carencias que no necesitan “¡más madera!”, sino soluciones. Porque esta película solo puede acabar como el camarote de los Hermanos Marx: reventando. O bien, como Srek: siendo felices y comiendo perdices.

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