‘Tosca’ logra seducir y entusiasmar
Giacomo Puccini (1858-1924) es un genial compositor de óperas que además logra el milagro de seducir con su música incluso a los que no son demasiado aficionados al género. Es más, puede ser el eslabón perfecto para iniciarse en esto de la ópera; si finalmente una persona se aficiona de verdad, será ya muy difícil salir de un mundo increíblemente apasionante, tanto en lo musical como en lo teatral.
Para ello obviamente tienen que darse algunas condiciones; pero sin duda la mayor es tener ante sí un digno espectáculo donde todo o casi todo esté a una altura. En este sentido, la producción que de ‘Tosca’ nos ofreció Ópera 2001 cumplió todas las expectativas consiguiendo el entusiasmo de un público que prácticamente llenó el aforo del Teatro Calderón y que de nuevo pudo disfrutar con la trágica historia salida de la mente de Victorien Sardou en 1887, a la cual 13 años más tarde un Puccini de 42 abriles puso música, y ¡qué música! Ópera 2001generalmente presenta tres buenos repartos para su gira en España y en el Sur de Francia; por norma, hasta unos días antes de la función no se comunica a la organización el reparto interviniente.
Desde la Junta Directiva de la Asociación de Amigos de la Música se insistió en que el tenor fuese en Alcoy Eduardo Sandoval, como lo fue finalmente. Sandoval, aparte de tener familia en nuestra ciudad, es un cantante al que se le ha visto crecer artísticamente desde que en 2001 ofreciese en el Círculo Industrial un recital con motivo del Año Verdi; desde entonces conciertos y recitales de cierta envergadura, pero nunca una ópera completa y representada.
Por lo visto y oído el pasado viernes, se confirma que la evolución de este cantante murciano es constante, demostrando que se encuentra entre los tenores líricos-espintos españoles mejor valorados del momento. Voces de calidad de esta tesitura hay pocas en este país. Eduardo Sandoval es ya capaz de abordar con garantías roles tan comprometidos como los de Calaf de ‘Turandot’, Manrico de ‘Il trovatore’, Canio de ‘Pagliacci’ o Don José de ‘Carmen’, este último cantado hace unas dos semanas en San Sebastián junto a la gran mezzo María José Montiel. Y por supuesto el de Mario Cavaradossi en ‘Tosca’, un papel que debutó hace apenas unos días, y que seguramente será uno de sus grandes roles. Cantó con pasión y entrega los esperados ‘Recondita armonia’, ‘Victoria, victoria’ y el ‘Adios a la vida’, siendo por ello muy ovacionado. Al perverso y vil Barón Scarpia lo encarnó Giuglio Boschetti, notable barítono italiano que ya vimos en octubre en ‘La bohème’. Daba miedo oírle y verle. Boschetti es uno de los grandes Scarpia de hoy en Italia; conoce el rol y lo domina a la perfección, musicalmente y teatralmente, interpretando todo con una prodigiosa y hermosa tesitura baritonal. Los ensordecedores ‘bravi’ del público al salir a saludar, más que merecidos. Chrystelle di Marco fue Tosca. Esta joven soprano francesa debutaba el rol y estuvo admirable. A su línea de canto no le falta musicalidad y delicadeza, posee un agudo contundente y limpio, y proyecta una voz, que sin ser altamente bella por tener algunas resonancias nasales, si resulta expresiva. Su esperado ‘Vissi d’arte’ estuvo excelentemente fraseado y justamente aplaudido. Al igual que sus compañeros de reparto, fue muy ovacionada en los saludos finales. Tosca es enormemente difícil y agotadora para los intérpretes, tanto en lo musical como en lo emocional, y esa emoción traspasó el escenario; vaya que sí. Buen coro el de Ópera 2001 y fantásticos los comprimarios, sobre todo Giancarlo Tosi como El Sacristán; parece mentira que este veteranísimo y prestigioso bajo italiano esté en tan buena forma. Los niños y niñas de Alcoy preparados por Patricia Pérez Galdón, formidables como es costumbre.
El eslovaco Martin Mázik dirigió con equilibrio una correcta orquesta de 45 profesores, quizá algo justa para ‘Tosca’. Hubo momentos muy buenos y otros a los que les faltó la fuerza sonora que necesitan los ‘tutti’ puccinianos para que tiemble el teatro. Eso si, afinación y buen gusto en la interpretación no le faltó. La producción de decorados ha sido sin duda de las más sorprendentes e innovadoras que hemos visto a esta compañía, con telones e impactantes imágenes estampadas en tridimensional de muy buen efecto, con plataforma inclinada y escalonada incluida; una moda mundial que se está convirtiendo en el ‘terror’ de algunos cantantes. Precioso vestuario, extraordinaria iluminación y efectiva dirección escénica a cargo de Roberta Matelli.
Reconocimiento especial a la directora del Coro
A la finalización del primer acto, la Asociación de Amigos de la Música de Alcoy brindó un homenaje a Patricia Pérez Galdón, directora del Coro Voces Blancas de Alcoy, por sus 20 años de colaboración desinteresada en producciones líricas y conciertos organizados por esta asociación.
Desde 1996, han sido ya unos cuantos los niños y niñas alcoyanos que preparados por esta incansable artista formada en el seno de la Corporación Musical Primitiva y en distintos Conservatorios Profesionales, han compartido escenario con artistas profesionales venidos de diferentes partes del mundo, incluida España, participando en óperas como ‘Carmen’, dos veces, ‘La bohème’, tres, y la que nos ocupa, ‘Tosca’, dos. Sus útimas participaciones fueron con el Cuarteto Pergolesi de Moscú y en la ópera infantil ‘Hansel and Gretel’ representada la temporada pasada. Patricia Pérez, silenciosamente y no sin esfuerzo, ha conseguido aglutinar al menos a cuatro generaciones de alevines que movidos por la afición y por el deseo de aprender música, han formado sucesivos coros de voces blancas cosechando éxitos y ganando premios importantes a nivel nacional.
Una labor que es de justicia reconocer.
Hoy Patricia Pérez es profesora de música de secundaria en San Roque y todo un referente musical, especialmente para todos los niños y niñas que han tenido la suerte de aprender con ella. El coro alcoyano ha sido seleccionado e invitado a participar en un encuentro de coros infantiles que se celebrará en León a finales de abril.