Tengo un cachorro, ¿y ahora qué?
Vanesa Carbonell, educadora/entrenadora canina de Diéresis Animal
La llegada de un cachorro a casa es, por lo general, motivo de alegría y entusiasmo para toda la familia; y no es para menos, la ternura y sonrisas que genera un cachorro es irresistible para casi cualquier persona. Está genial entusiasmarse, pero también hay que preocuparse de su educación. Como ya comentamos en anteriores artículos, todo lo que hagamos o no hagamos durante el período de socialización – comprendido entre los 2 a 4 meses y medio aproximadamente – serán los cimientos que determinen el futuro temperamento y comportamiento de nuestro compañero de cuatro patas.
Tendremos en cuenta dos cuestiones generales:
Positivizar todas aquellas situaciones a las que nuestro perro vaya a tener que enfrentarse durante su vida, en el corto período de los 2 a los 4 meses y medio.
Realizaremos los entrenamientos de una forma progresiva y positiva. Es peor una incorrecta socialización que una nula socialización. El poco a poco es la clave del éxito.
Veamos algunas de las cuestiones para realizar un buen plan de prevención de problemas / educación en un cachorro.
1.Socialización con personas
Es el punto más importante a trabajar, ya que, aunque también es importante que nuestro perro socialice con otros perros, más importante es que tome a las personas como algo positivo, ya que en su vida se va a encontrar muchas más personas que perros, sobre todo en los casos de canes que residen en la ciudad. Un perro con miedo a las personas, ya sea por malas experiencias o por falta de exposición a ellas en su período de socialización, será un perro adulto que casi 100% seguro nos dará problemas durante los paseos por la calle o incluso con las visitas en casa. Ayúdale a comprender que las personas somos algo muy bueno.
2.Socialización con otros perros
Otra parte muy importante, tanto si has decidido que quieres ofrecerle una vida sociable como si simplemente quieres poder pasear tranquilo por la ciudad sin que tu perro se abalance contra otros perros o salga huyendo. La socialización ideal pasaría por juntar a tu perro sobre todo en su período infantil con otros infantes, es decir, con otros cachorros. También es importante que conozca perros adultos, de diferentes caracteres, tamaños, colores, pautas de juego, etc.
3.Habituación a diferentes ambientes
Una de las cuestiones que más tiempo nos llevará, habituar a nuestro cachorro a permanecer tranquilo en diferentes ambientes, sobre todo en aquellos que resultan antinaturales para un perro, como por ejemplo, la ciudad. Tráfico, sonidos, superficies… un perro mal habituado o no expuesto a este tipo de ambientes en su período de socialización, será un perro con tendencia a tener miedo, con sus fatales consecuencias. No importa que tu perro no tenga el plan vacunal completo, cárgalo en una mochila o en brazos y sal a la calle a pasear para exponerlo a todo ese tipo de estimulación y comenzar a reforzar por tolerarla correctamente.
4.Habituación al transportín
Una de las cuestiones, desde el punto de vista de los profesionales, más importantes cara a la educación de nuestro cachorro. Una buena habituación al transportín nos permitirá educar al cachorro en cuestiones tan variadas como: control de necesidades, viajes en coche, ansiedad por separación… Además de ofrecerle un lugar tranquilo y seguro donde pueda resguardarse cuando necesite estar tranquilo porque, por ejemplo, hay visitas en casa y el jaleo es excesivo para su nivel de tolerancia. Más adelante, podremos utilizar esta herramienta para los ratos de espera en los entrenamientos, los alojamientos en hoteles donde permiten mascotas, etc.
5.Habituación a sonidos
Un trabajo muy importante cara a futuros miedos a tormentas, petardos, etc. Podemos comenzar con grabaciones a un volumen bajo, generando un ambiente positivo de juego y comida, e ir aumentando la dificultad progresivamente. Muy importante, cuando se nos presente una situación real de, por ejemplo, tormenta o petardos, ¡hay que aprovecharla para entrenar! No importa si nuestro cachorro está dormido, debemos despertarlo, ya que si no no estará aprendiendo nada. Los perros adultos con miedo a determinados sonidos lo pasan realmente mal, y sus reacciones nos pueden ocasionar sustos, como intentos de escapar o reactividades exageradas hacia cualquier cosa que tengan justo en ese momento al alcance, sobre todo si estamos paseando por la calle.
6.Habituación a la manipulación
Tanto en lo que se refiere a cuidados en casa – limpiar oídos, cepillar, bañar… – a revisiones y protocolos veterinarios. Positivizar la manipulación en los perros traerá beneficios a todos, en primer lugar a ellos, y tanto los propietarios como veterinarios, peluqueros, paseadores… podrán realizar mucho mejor su trabajo sin generar estrés en nuestro perro.
7.Obediencia básica
Que mejor momento para comenzar que desde el momento en el que el perro llega a casa, con criterios poco exigentes y sobretodo generando ese ambiente positivo de: “¡aprender es muy divertido!” No buscamos respuestas muy precisas, simplemente estamos generando la base de lo que el día de mañana sí serán respuestas precisas y fiables. Cuanto más divertido sea aprender, más rápidos serán los avances.