Teló Teatre: 50 años sobre los escenarios
El Centre Cultural El Teular de Cocentaina fue el mejor escenario para conjugar en la noche del sábado el final de la edición número 18 de la Mostra de Teatre Amateur y el inicio de la conmemoración del cincuenta aniversario de la fundación de Teló Teatre. Para tan magnífica ocasión el grupo local apostó por ofrecer ‘Bodas de Sangre’, de Federico García Lorca, un montaje que llega esta vez cargado de simbolismo. “Es una obra de gran envergadura para iniciar un año tan especial y con ella cerramos la gran trilogía lorquiana que iniciamos en el 2000 con ‘La Casa de Bernarda Alba’ y que continuó en 2008 con ‘Yerma’. Para mí era una asignatura pendiente porque en 1.970 estuvimos a punto de hacerla pero quedó en el tintero porque yo tuve que marchar a Barcelona por trabajo”, señala Paco Insa, director de esta representación y uno de los veteranos de Teló Teatre.
Treinta actores
Fueron más de treinta los actores que el sábado afrontaron esta puesta en escena, acompañados del Ballet de Alicia Montava, y una vez más hicieron disfrutar al público fiel que siempre acompaña al grupo en todos los retos que se ha marcado desde 1.967. Aquel año en el mítico Patronato del Sagrado Corazón de Jesús, que el recordado Mossén Eugenio Raduán convirtió en un Centro Cultural para la Villa Condal, empezó a dar sus primeros pasos el que por aquel entonces se conocía como grupo de teatro ‘Nova Generació’. “Éramos un grupo de jóvenes que hicimos nuestro particular Mayo de 1968 por adelantado. Creamos un Club Cultural Recreativo que trató de poner en marcha diferentes formas de hacer teatro con decorados renovados y música. Así nos lanzamos a realizar nuestra primera obra, ‘La Barca sin Pescador’, de Alejandro Casona”, recuerda Insa, quien al mismo tiempo es vicepresidente del colectivo.
A partir de aquí se iniciaría una extensa andadura que incluyó más representaciones, sorteando algunas la censura, y la llegada de nuevos actores que consolidaron a un colectivo que no dejó de evolucionar hasta convertirse en ‘Catarsis’.