Solidaridad en la cuna del atletismo

La amistad con el popular Jesús Calleja le llevó en el verano de 2013 hasta Etiopía. El polifacético aventurero leonés estaba rodando un programa con el desafío de hacer posible terminar el maratón de Awasa con 40 días de preparación. Un viaje donde el fisioterapeuta y triatleta alcoyano, con cuatro Ironman de Hawaii sobre sus espaldas, descubrió las enormes deficiencias con las que se ejercitaban y cómo eran tratados sus atletas cuando se lesionaban.

De aquella paradoja, ver que estaba en el corazón de la cuna del atletismo mundial, de la que florecían campeones olímpicos y mundiales con una naturalidad innata, y comprobar las terribles condiciones con las que se entrenaban, surgió la idea de ayudar a estos atletas con la aportación de material deportivo –principalmente zapatillas, puesto que muchos corrían con chaclas o calzado en un estado ruinoso– y aprovechar su condición profesional para formar a fisioterapeutas etíopes y tratar de sus lesiones a diferentes corredores, así como hacerles entrega de material técnico de una forma solidaria en las diferentes campañas organizadas con las redes sociales como base de su difusión y captación.

Así nació en 2014 Runners for Ethiopia, que va por su tercera edición. En aquel primer viaje solidario contó con la participación del preparador físico Raül Campeny y la fisioterapeuta Àngels Santos. De su éxito surgió la idea de implicar a más fisioterapeutas en este proyecto, a la vez que ofrecer la posibilidad a atletas y entrenadores que pudieran disfrutar de la experiencia de poder entrenar con corredores locales y participar en el Maratón de Awasa, prueba que se disputa en altitud a 1.700 metros.

En 2015, la expedición ya estuvo integrada por 40 personas, veinte fisios y otros veinte corredores, el año pasado se amplió a medio centenar y en la edición que se pone en marcha mañana con el viaje del grueso de la expedición con destino a Addis Adeba, la forman 48 personas, 23 fisios, 24 corredores y la novedad de que también se desplaza un médico.

“El objetivo principal”, explica Jordi Reig, que lidera desde nuestra ciudad el proyecto solidario bajo la denominación de Runners for Ethiopia, que se engloba dentro de la ONG Across Africa, “es la formación de los fisios etíopes, seguido de la entrega de material técnico y, por último, el tratamiento de jóvenes atletas sin recursos que hay en los cuatro centros deportivos del país, además de enseñarles técnicas de recuperación. No nos olvidamos de la entrega de material deportivo, principalmente zapatillas y ropa de correr. Cada integrante de la expedición se paga de su bolsillo el coste del viaje con la condición de llevar, además de su equipaje personal, una maleta solidaria con todo lo recogido de las donaciones. Este año son un millar de kilos y a cada uno nos corresponde una bolsa con 23 kilos de peso”.

La expedición permanecerá en Etiopía hasta el 10 de julio. Antes, el domingo 2, participarán en el Maratón de Awasa. El grupo de corredores, hasta entonces, convivirá y entrenará con atletas locales, levantándose a diario casi de madrugada puesto que las sesiones comenzan temprano, a las 7 de la mañana. “Creemos que cuando vamos a un país como Etiopía, es con la intención de ayudarles, cuando realmente ellos son quienes nos están ayudando a nosotros con su forma de percibir la vida. El atletismo es un ejemplo. Ellos dedican todos los días un mínimo de media hora a mejorar su técnica. Aquí nos volvemos locos en saber si somos pronadores o supinadores, tener una zapatilla con una buena amortiguación, mientras que a ellos lo único que les preocupa es tener una zapatilla para proteger el pie porque muchos lo hacen en chanclas. No vamos con la intención de darles el pescado vendido, sino de enseñarles a pescar”, remarca Jordi Reig.

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