Sobre la polémica de las bicicletas en La Mariola. DIRECTIVA DEL GRUP EXCURSIONISTA RATOT
Desde hace años y a propuesta de numerosos componentes de esta entidad se venía fraguando la idea de presentar al Ayuntamiento y organismos competentes un informe documentado con fotografías y datos concretos relativos a caminos y zonas con importantes deterioros con origen en el uso de los mismos por los usuarios de la bicicleta de montaña y lamentablemente por algunas fricciones surgidas entre montañeros senderistas y estos usuarios debido la falta de respeto mostrada por algún ciclista cuando han coincidido en el uso de caminos y sendas.
Sin embargo este propósito se ha ido postergando por diversas causas, no obstante y debido a la lectura de un documento presentado al Ayuntamiento por el Centro Excursionista de Alcoy y recibido de alguno de los componentes de los grupos políticos de nuestra ciudad para que les indicáramos nuestro criterio al respecto, nos mueve a preparar este escrito dirigido a todos y cada uno de los Grupos Políticos del Ayuntamiento de Alcoy .
En primer lugar, manifestar que no existe ninguna animadversión ante los practicantes del ciclismo de montaña a los que consideramos deportistas , aparte de que en nuestro propio grupo hay compañeros que lo practican , sin embargo y tal como se ha expuesto en el encabezamiento del escrito la visita a ciertas zonas que más adelante enumeraremos dejaría de manifiesto que están plenamente justificadas las limitaciones legales que hay impuestas , las cuales hay que indicar son vulneradas constantemente por gran número de estos deportista.
Centrándonos en lo que se expone en el mencionado documento, debemos manifestar nuestra disconformidad en varias de sus manifestaciones:
a).- Dudamos mucho que la posibilidad de practicar el ciclismo de montaña en toda la zona sin limitaciones genere pérdidas económicas al entramado comercial y hostelero de nuestras comarcas, nos consta que la máxima afluencia de ciclistas de montaña de nuestras comarcas y las colindantes se centran en las vías verdes existente y si algún resultado puede esperarse de que se liberalice este uso, sería negativo ya que la molestia generada a los senderistas y montañeros que visitan nuestros parques si podría reducir el número de visitantes de nuestros parques, al respecto ya existe el precedente del tramo de pista entre el Mas de Tetuán y la zona del Centro de Interpretación de la Font Roja.
b).- Nada nos induce a dudar de la implantación de este deporte, sin embargo y conociendo su dureza estimamos que al nivel de descensos y rutas por senderos, se trata más de un deporte minoritario, siendo mayor su uso en las anteriormente mencionadas rutas por vías verdes, sin embargo discrepamos totalmente en la manifestación del interés por la naturaleza, visítese las siguientes rutas ( tramo de sendero GR11 desde Font Roja a Masía dels Capellas, sendero desde Masía la Mola a Serelles, sendero que discurre tras la sierra del Ull del Moro ) como ejemplo y se apreciará el deterioro de estas sendas debido a la erosión que origina el arrastre y frenados de las técnicas de conducción de la bicicleta de montaña en los descensos, siendo estos meros ejemplos ya que la mayor parte de sendas y caminos de nuestras comarcas sufren el mismo deterioro por este uso.
No entraremos a debatir temas jurídicos que de seguro habrán sido estudiados por profesionales que de ser utilizados en sentido contrario, de seguro rebatirían estos planteamientos totalmente, si no que intentamos rebatir esta solicitud en base a nuestra experiencia de excursionistas con actividad continuada durante más de cuarenta años lo que nos ha permitido comprobar el deterioro de nuestros caminos, entre otras causas por su uso primero por la motocicleta de trial, ahora casi totalmente erradicada y en la actualidad por la bicicleta de montaña.
Nuestro criterio mucho más simple y lógico en su planteamiento es el de que:
“ Los caminos son para caminar y no están pensados para soportar el tránsito rodado, aunque sea sin motor, sus desniveles y trazados en las subidas etc. generan unos arrastres de ruedas con tacos que generan la erosión de materiales, que posteriormente son arrastrados por la lluvia convirtiéndolos en verdaderas acequias intransitables para el caminante, para la bicicleta de montaña están las pistas , numerosísimas en estas zonas y que al igual que los caminos recorren nuestros parques y montañas y por las cuales es muy normal encontrar ciclistas de esta modalidad, conscientes del daño causado a los caminos , simplificando y rebatiendo algunas manifestaciones si afecta al medio ambiente.
Terminando esta breve exposición, expondremos lo que consideramos “ grado de peligrosidad de la coincidencia del ciclismo de montaña y el senderismo” y lo haremos con un ejemple típico en nuestra ciudad , nos referimos a la ruta de Serelles, pista que lleva desde Alcoi al conocido Collao de Sabata y sigue hasta les Casetes de Mariola pasando por las de Vilaplana y Capellans.
Habitualmente se utiliza para efectuar este recorrido en sentido de subida hasta Sabata, siguiendo hacia las mencionadas casetes de Mariola, sin embargo algunos practicantes de este deporte prefieren efectuar el descenso por los caminos de la Mola a Serelles o Sabata a Vilaplana y Barranc del Sinc, estos descensos se efectúan a bastante velocidad y más de una vez hemos tenido que escuchar a nuestras espaldas el grito de “ cuidado ” de los ciclistas que nos han encontrado tras un recodo del camino, ciclistas que afortunadamente en su mayor parte al vernos se detienen cediendo paso a caminantes y después continúan, aunque no siempre ha sido este el caso dando lugar a la consiguiente discusión ( el redactor ha sido testigo personal).
Concluyendo reiteramos lo antes indicado y consideramos fuera de lugar la petición de ACIMCOVA y por lo tanto solicitamos a nuestro Ayuntamiento la desestime totalmente, exponemos sin embargo que no seríamos contrarios a que se marcara alguna ruta para la práctica de este deporte, siempre con el consenso de todas las entidades montañeras y ecologistas en su elección y por supuesto de tratarse de caminos o sendas de uso común por caminantes y ciclistas, con un compromiso por estos últimos de subsanar el deterioro por estas prácticas originadas en el mismo, así como manifestar nuestro acuerdo en la utilización de todas y cada una de las pistas existentes con las limitaciones que la propiedad o características legales impongan.