¿Rudolf o Rodolfa?

¡Lo que me faltaba por saber! ¿No había suficiente con la decepción de la no existencia de Papa Noel, los Reyes Magos y el ratoncito Pérez? ¿Ahora los renos son renas?

Pues eso parece, porque unos cuantos biólogos estonios –digo yo que después de una cena a base de Mulgikapsad (cerdo con col agria y patatas hervidas), abundantemente regada con cervezas de malta y centeno— han caído en la cuenta de que los renos encargados de tirar del trineo de Papa Noel, no podían ser renos, al menos no renos “enteros”.

La teoría de los investigadores es simple. Según ellos, los renos machos pierden sus cuernos macizos y ramosos antes de la Navidad católica, y solamente las hembras los conservan hasta enero, por lo cual son “las” y no “los” rumiantes, los que lucen por estas fechas igual que como aparecen en las tradicionales postales navideñas y libros infantiles.

En definitiva, los científicos llegaron a la conclusión de que parte de los renos, incluido el líder y favorito de Santa, Rudolf, son hembras. ¿Y creen que pararon ahí? No ciertamente, porque puestos a elucubrar, también comentan que algunos de los nueve mamíferos que ayudan con los trineos podrían ser machos capados.

¡Dios, qué imagen! ¿Era necesaria esa información? ¿Por qué no beberían Kali, (bebida con un sabor entre la cerveza y la cola, pero sin alcohol) que es una bebida muy popular? Porque la cosa sigue; una vez elegido el tema, lo exprimen al máximo, cual si fuera el último limón para los berberechos y dan con la solución acerca de la roja nariz que hace que Rudolf (o Rodolfa) se convierta en la hembra alfa y guía del grupo.

¿Magia, poderes especiales? Ni hablar, son parásitos. ¡Qué ascazo!
Debió ser después de unos cuantos chupitos —snaps dirían ellos— cuando dispuestos a comprobar el cuento, constataron que es un claro síntoma de la presencia de parásitos en los orificios nasales de los animales, tan frecuente en la vida real, pero tan innecesario que lo supiéramos los no biólogos, e incluso alguno que sí lo es, como Ana García Obregón.

Resumiendo… ¿qué necesidad había de venir a fastidiarnos el cuento? ¿Es que no tenemos bastante con el crecimiento en intención de voto hacia Podemos para tener pesadillas nocturnas, diurnas e incluso vespertinas? ¿Pedirán las ultrafeministas que se cambie la letra de la famosa canción de Johnny Marx “Rudolf, the red nose reindeer” (Rudolf, el reno de la nariz roja)? ¿Irán las Femen a pecho descubierto a poner coronas de flores en las testas de las cérvidas?

Una cosa es segura, los chistes acerca de que Papa Noel llega siempre a sus destinos, porque las “renas” sí preguntan el camino, están servidos.

P.D. Las felicitaciones navideñas en forma de whatssap, gracias al autocorrector, han hecho que mi “Feliz Navidad, Maite” se convirtiera en un “Feliz Navidad, Martes”. Por favor, autocorrector, ¡déjeme equivocarme sola!

P.D.2. Muy orgullosa del discurso del Rey, espero de corazón que ponga todo su empeño en que se cumplan sus objetivos. A Pablo Iglesias no le ha gustado. Luego repito, muy orgullosa del discurso
del Re

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