¿Quién fundó Alcoy?
Y no me refiero al nuestro, de quien por desgracia solo sabemos que no fue fundado por los catalanes como muchos presuponen, sino al de Filipinas.
Desde que Legázpi en 1565 se instaló en Filipinas, hasta que la abandonamos en 1898, en los 333 años de ocupación no hubo en ningún momento más de 10.000 españoles, a la vez, en el archipiélago, de los cuales 6000 era religiosos y el resto personal administrativo y soldados.
Excepto en la etapa final que fueron enviados rayadillos en masa para poder reprimir la revolución iniciada por los nativos y poder afrontar con ciertas garantías la guerra con los Estados Unidos.
Eso justifica que sus habitantes sean ferviente católicos hasta límites insospechados como por ejemplo las crucifixiones voluntarias durante la semana Santa y que el idioma castellano no haya perdurado como ocurrió en las colonias americanas. En todo momento no más de 20.000 nativos hablaban correctamente el español, especialmente criados y los que actuaban como ayudantes administrativos y de los religiosos. Estos no tuvieron más remedio que aprender el tagalo y otras lenguas locales para cautivar a sus fieles.
Las potencias navales europeas de la zona, principalmente holandeses y británicos, nunca llegaron a sospechar la debilidad española, en fuerzas de ocupación, que creían diseminadas por el archipiélago (no salíamos ni a soldado por isla). Por eso no se atrevieron a atacar una presa tan fácil y apetecible. La única vez que lo hicieron los ingleses, ocuparon y saquearon Manila, pero la abandonaron inmediatamente temiendo que los españoles se reagruparan y contraatacaran.
La ocupación fue en realidad más ficticia que real y estaba concentrada en la isla de Luzón. Las otras islas principales como la de Cebú en donde se encuentra el otro Alcoy no se colonizaron hasta el bien entrado en siglo XIX. Fue entonces cuando probablemente se fundó el Alcoy Filipinos junto con otras muchas poblaciones con claro nombre de otras tantas ciudades españolas: Toledo, San Fernando, Santander, Compostela, Medellín etc. Todas ellas de manos de los religiosos.
Con respecto a Alcoy se cuenta que cuando los españoles llegaron allí se sintieron atraídos por el paisaje verde, las montañas que decoraban sus alrededores y la simplicidad de sus gentes. Alguien dijo que todo ello le recordaba a Alcoy en España y decidieron ponerle ese nombre a la población que iban a fundar.
Nada más se sabe sobre sus orígenes, por lo menos a nivel de red. Esperemos que nuestro paisano Rafael, en su labor de campo, nos pueda traer buenas nuevas.
Lo que parece claro es que fue un alcoyano el que se propuso que esa población llevase el nombre de su pueblo natal. Mucha imaginación debía tener para comparar el paisaje marítimo del Alcoy filipino con el montañoso nuestro y el verdor, salvo en la Fuente Roja, no debía verse por ninguna parte, y comparar la candidez de sus habitantes con los revolucionarios alcoyanos que por entonces ya estarían próximos a los sucesos del petróleo.
Todo ello más bien parece el recuerdo idílico de su ciudad natal de un hombre que solo vivió en Alcoy durante su infancia.
Pero. ¿Cuántos religiosos alcoyanos había en Filipinas en aquella época? Dos…tres… ¿tal vez cinco? Difícil saberlo, pero con la categoría y autoridad suficiente para poder dar nombre a una nueva población solo había uno y ese era Santiago Payá Pérez.
Nació en nuestra ciudad en 1848 y muy joven ingresó en la Orden de los Predicadores y estudió en el Convento de Ocaña (Toledo). De allí pronto partió hacia Filipinas en donde terminó sus estudios, Doctorándose en Filosofía y Teología y obtuvo cátedra en la Universidad de Manila. Volvió a España durante un breve espacio de tiempo y regresó para ocupar el puesto de provincial de la orden que ostentó hasta su muerte en 1916.
Fundó durante su mandato los colegios de religiosas dominicas de Lingayen y Tyguegarao. Y ¿por qué no? Posiblemente también la población de Alcoy. Mientras la Universidad de Manila le confiere el cargo de rector.
Durante la guerra ejerce de intermediario entre España y Estados Unidos para agilizar el fin de la misma. Posteriormente también defendió los derechos filipinos frente a los japoneses.
Es sin duda la persona ideal para haber fundado el Alcoy Filipino, ya que reúne todos los condicionantes. Solo vivió durante su infancia en nuestra ciudad, por lo que le quedo una imagen idílica que no concuerda exactamente con la realidad pero para él fue suficiente, y a la que probablemente no regresó jamás debido a su ajetreada vida.
Otra cosa es que lo hiciese, pero la confirmación puede llegarnos muy pronto de manos de nuestro paisano Conca. De no ser así, porque tal vez hasta los filipinos ignoran quienes los fundaron, yo apuesto por él como caballo ganador.