Punto y final
Se acabó la temporada para el Alcoyano. Punto y final. Adiós a uno de los años más desconcertantes que se recuerdan en mucho tiempo. A todos, empezando por los propios jugadores, y siguiendo por la afición, directiva y hasta los medios de comunicación que seguimos la actualidad del equipo, se nos ha hecho eterno este final de curso con un Alcoyano que amagó muchas veces pero nunca logró engancharse al play-off. Solo ha parecido contentar a un cuerpo técnico con Palop a la cabeza que ha buscado justificar lo injustificable con una carta de despedida en las redes sociales.
El tsunami del fracaso de quedarse por tercer año consecutivo fuera de las cuatro primeras plazas aún se desconoce las consecuencias que puede tener en el día a día de la entidad. El más inmediato, unas arcas bajo mínimos. La SAD planteó esta temporada como un cara o cruz donde si salía bien vería recuperada la fuerte inversión, pero si la cosa se enredaba y deportivamente el equipo no estaba a la altura del desembolso económico, se corría el peligro de que el efecto dominó se termine proyectando en la planificación de la plantilla de la próxima temporada.
El club buscará más pronto que tarde un golpe de efecto que amortigüe esta decepción. Una de las primeras decisiones ha sido poner la alfombra roja a la llegada de Miguel García Hita. La desesperación por encontrar nuevos recursos ha llevado a los rectores del club a tender la mano a este conocido representante de futbolistas que llega con dinero fresco y al que ya se le ha visto en más de una oportunidad por la zona noble del Collao. Entre bambalinas se duda que su llegada se limite a poner solo dinero y no acabe entrando en la parcela deportiva. Hay quien asegura que tras su sombra se proyecta la figura de Galiana, que aún no ha renovado en el Eldense.
Si al final llega Seligrat, que sigue siendo el preferido para el cargo de entrenador, no es precisamente un técnico que se deje entrometer en decisiones que atañen al vestuario.