Preparan un banco de ADN de perros para luchar contra los excrementos

El gobierno municipal lleva meses trabajando en una iniciativa que finalmente parece que va a ver la luz: la creación de un banco de ADN de perros, una medida encaminada a luchar contra los excrementos en las calles a través de sancionar a quienes incumplen con su obligación como propietarios de estos animales. Actualmente el censo municipal recoge a unos 4.200 perros.

El concejal de Obras y Servicios, Jordi Martínez, explica que el objetivo del gobierno municipal es plantear un cambio en la pertinente ordenanza con el fin de introducir la identificación de los perros mediante el análisis de ADN. Lo que parecía una propuesta, en el momento en que El Nostre mantuvo una entrevista con este concejal la pasada semana con el fin de hablar de la limpieza de la ciudad, va camino de convertirse en realidad, pues el grupo municipal de Ciudadanos ya ha manifestado que piensan solicitar al Pleno que se estudie la posibilidad de implantar este sistema –algo en lo que ya trabaja el gobierno municipal– por lo que este interés comporta que ya se disponga de mayoría, a falta de saber qué piensan el resto de grupos políticos. El objetivo es que el cambio de ordenanza pueda aprobarse aún en el presente año, y a partir de ahí desarrollar el proceso.

Campaña de concienciación

A la hora de hablar sobre las intenciones del gobierno al respecto de esta cuestión, el edil Jordi Martínez explica que “una de las acciones a poner en marcha es una campaña para que los propietarios se conciencien de la necesidad de que los perros estén identificados, tanto con el microchip como con el ADN. No podemos tener perros sin identificar y vamos a luchar para evitar esta infracción”.

En lo que respecta al ADN, los animales se someten a una analítica, un laboratorio lleva a cabo la valoración de la misma y los datos quedan recogidos en una base de datos municipal, que permitirá saber si unos determinados excrementos que no se han recogido en la calle pertenecen a un perro identificado, y con ello establecer una sanción a su propietario. Jordi Martínez apunta que el Ayuntamiento va a ser inflexible y se creará un equipo que controlará diferentes servicios, entre ellos el tema de la identificación de los perros. A nadie se le escapa que el control será algo básico, pues actualmente el microchip es obligatorio y son muchos los perros que no lo llevan.

El edil explica que son varios los ayuntamientos, de diferente color político, que ya han puesto en marcha el banco de ADN y “está dando buenos resultados”. De hecho, apunta que “creo que en unos años será la norma habitual”, y remarca el hecho de que “en Alcoy no se paga ningún tributo por tener un perro, como sucede en otras poblaciones, pero es obligación del propietario cumplir con la ordenanza de tenencia de animales y vamos a estar pendientes de que así sea”.

Además de la identificación de excrementos, el banco de ADN servirá para luchar contra los abandonos, puesto que los cachorros tienen el mismo de sus padres, según explica el concejal.

Ciudadanos pide celeridad

Desde Ciudadanos han emitido una nota de prensa en la que anuncian que van a solicitar en el próximo Pleno que el Ayuntamiento estudie la implantación de un sistema de análisis de excrementos caninos, con el fin de resolver “un problema compartido por todos”, según explica su portavoz, Jorge Sedano, quien remarca que “los excrementos en las vías públicas son una realidad cotidiana a la que hay que buscar soluciones eficaces, tanto por motivos estéticos como por higiene y salud pública”.

Jorge Sedano es consciente de que “no es un asunto fácil, pero una posible solución, que ya se está poniendo en práctica en otras ciudades, consiste en identificar al propietario del perro mediante lo que se conoce como la huella genética. Actualmente los perros llevan un chip para ser identificados, pero en este caso, además, se trataría de tener identificado al perro mediante un análisis previo del ADN”.

A juicio del portavoz municipal de Ciudadanos, “con estas medidas, el propietario del perro será consciente de que puede ser identificado y sancionado por una falta que, a nuestro entender, es grave. Los excrementos en la vía pública no sólo son un problema estético importante, sino que representan un grave problema para la salud, especialmente para los niños”. Inciden en que este sistema debería implantarse “cuanto antes”, a la vez que remarcan que la medida debe ir acompañada de “campañas potentes de sensibilización”.

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