Nico Terol, duodécimo en Indianápolis
La carrera de Moto2 en Indianápolis ha sido la de los despropósitos, la que pintaba aburrida al inicio y se ha enriquecido al final, en parte por el desgaste prematuro de los neumáticos, del que se han quejado muchos pilotos. Cuando los entrenamientos apuntaban a rivalidad máxima y carrera en grupo, Nakagami se escapaba marcando vuelta rápida al poco de apagarse el semáforo. Se rompía la prueba y siete pilotos giraban en cabeza, desacompasados, pero sin sobresaltos, sin adelantamientos. La procesión continuaba parsimoniosa hasta que en el ecuador de la prueba se destapaban los movimientos. Traducidos en adelantamientos, y en sacudidas para aquellos a los que los neumáticos daban las primeras sorpresas. Nakagami se estancaba en los dos segundos de ventaja, y tras él se alineaban Rabat, Espargaró y Redding. El primero ha ido a por el japonés, dejando que sus compañeros de viaje se las vieran en la lucha que les corresponde, la de la general de Moto2. Y tanto ha tirado Rabat que terminaba por dar cuenta del nipón para adjudicarse la victoria y relegarlo al segundo puesto del podio. Tras este entraba Redding con los neumáticos hechos trizas, como tantos otros.
Nico tenía claro que en Indianápolis más que en ninguna otra pista el ritmo es el mejor aliado de un piloto. Considerando que las carreras suelen estar condicionadas por los neumáticos, debido a los diferentes tipos de asfalto de la pista americana, que provocan comportamientos irregulares en las gomas. El excelente ritmo expuesto en los entrenamientos es lo que le ha permitido al piloto alcoyano mantenerse firmes en la primera parte de la carrera, rodando cuarto y minimizar las consecuencias de sus inconvenientes, ya que ha visto como una dolencia estomacal le afectaba desde la quinta vuelta, impidiéndole rendir a su mejor nivel. Al final, ha sabido mantenerse para concluir la carrera en duodécima posición.
Nico Terol, tras la carrera, ha manifestado: “Hemos vivido un fin de semana excelente en Indianápolis, siempre abonados a las posiciones de cabeza, y trazando un ritmo increíble para la carrera. Me presentaba a la prueba muy motivado y he salido fuerte. Durante las primeras vueltas he mantenido mi posición, luchando en todo momento con mis rivales, pero conforme transcurría la carrera he empezado a sentir pinchazos en el estómago. Había momentos en los que hasta me mareaba, no podía dar más de mí y me he venido abajo. No es una carencia física porque entreno muchísimo y me alimento bien, es algo que me ha sobrevenido aquí. Esta semana acudiré al médico para descubrir el origen de estas molestias. Sé que técnicamente hoy podría haber luchado por el podio, incluso por la victoria, porque teníamos una gran puesta a punto y también un gran ritmo. Quiero dar las gracias al equipo por haberme facilitado tanto las cosas este fin de semana y hacer nuevamente un gran trabajo”