¿Motivación laboral?. LORENA LÓPEZ. Asistente al curso del Servef en el Àgora.
Todo empezó con una carta del SERVEF , un curso orientado para personas con estudios y desempleados de larga duración para la búsqueda de empleo… Eso es lo que pensaba que era hasta llegar al Ágora.
Después de un discurso más bien enfocado a una campaña electoral que una explicación del curso, el Director General del SERVEF nos dice lo bien que va Alcoi, la comarca y los dineros que van a invertir en cursos de 30/40 horas para impulsar el empleo hasta diciembre, unos 73 millones de euros, una gran oportunidad de poder estar ahí. ¡Éramos unas privilegiadas!
Después de su discurso a unas 200 personas solo pudo arrancar el aplauso de unas treinta personas allí concentradas… Una señal inequívoca de malestar ciudadano.
Empieza el primer ponente, Andrés Pérez Ortega, una hora y media de cómo enfocar la búsqueda de empleo desde otro punto de vista, interesante pero poco práctico para un fontanero, albañil, asistente de hogar…
La guinda la puso José Crespo, más conocido por Pepe Crespo, de la universidad CEU Cardenal Herrera (Católica), trabajador de La Española. Nos presentó el proyecto de Alcoinnova como lo mejor para Alcoi, diciendo que no van a crear puestos de trabajo pero que va a atraer inversión, habló de la sostenibilidad, la innovación, la tecnología y el conocimiento… Pero aún estaba por llegar lo mejor que podía vomitar este Señor por su boca. Después de darnos lecciones sobre la religión católica (mi hígado estaba empezando a dar botes), nos dijo a las mujeres que “SOLO PENSÁBAMOS Y QUE NO HACÍAMOS” que “YA ESTABA BIEN DE PENSAR, DE DARLE LA VUELTA A TODO Y QUE EMPEZÁRAMOS A ACTUAR”…
A partir de este momento, tuve un encontronazo con mi estómago, mi corazón y mi cabeza… No sabía si era mejor pedir el turno de palabras y enfrentarme al personaje que desde el SERVEF nos habían traído de ponente (cosa curiosa que en los medios de comunicación no lo nombran como ponente), irme con mi indignación o quedarme para ser testigo de la pesadilla que estaba viviendo… Decidí quedarme…
Y tocó el turno del tercer y último ponente, Leandro Fernández Macho. Mis impresiones en una palabra: FLIPANDO.
La primera impresión es que estaba ante un mercader del medievo y una misa góspel… Yo seguía pensando en el ponente anterior, mi hígado aun resentido no me dejaba concentrarme en lo que nos estaba exponiendo, cuando de repente nos dice que nos levantemos y que bailemos cual coreógrafo del “aserejé”. Las caras lo decían todo, pero en esta sociedad donde la educación y el saber estar pasa por encima de la dignidad de cualquier persona, me encontré con unas cien personas dando palmas con el vecino de la silla de al lado, chocando las palmas de las manos y bailando una canción del verano de los 80, dándonos masajes en la espalda unas a otras o gritando a los cuatro vientos lo bien que nos sentíamos con nosotras mismas… Eso era motivación para buscar trabajo, ¡sí señor!
Me fui antes de que acabara, a las 13:15, no sin antes dejar la encuesta de valoración del curso rellenada… Tres horas después me encuentro escribiendo estas líneas y en estado de shock…
Solo pido una cosa: de esos 73 millones de euros, por favor, inviertan una parte en psiquiatras, porque si emocionalmente ya estamos mal por no encontrar trabajo, estos cursos no ayudan emocionalmente y nos denigran como personas… Solo QUEREMOS TRABAJO, ¿TAN DIFÍCIL RESULTA?