Más firmeza

Zarpazo del Alcoyano con el empate en casa del líder, un resultado que muchos hubieran firmado antes del partido, pero queda esa laguna de los minutos finales en los que al equipo le faltó autoridad para defender la ventaja adquirida con otro golazo de Alfaro. El Alcoyano terminó rompiéndose por el centro. En el momento que el Villarreal B tocó arrebato, a los de Palop les entró flojera de piernas y no quiero ni imaginarme si el partido llega a durar unos minutos más. Una lástima.

Ganar al líder hubiera sido la guinda a la extraordinaria racha del equipo, que ya suma seis partidos sin perder. Así y todo, el empate es un excelente resultado. Sin embargo, queda el borrón de esos minutos finales en los que el partido se le fue de las manos. Ni Fall ni Anaba fueron la solución deseada. Restaron más que sumaron.

El nigeriano, en su debut como blanquiazul, se le vio demasiado despistado. Tampoco el ghanés, más adaptado a sus nuevos compañeros, aportó nada. Es más, la tibieza de Fall a la hora de defender pudo costar el segundo gol al Alcoyano a falta de un minuto. Igual dentro de unas jornadas nadie se acuerda de este momento y acaban convirtiéndose en jugadores importantes, pero el domingo naufragaron los dos y se echó en falta otro tipo de solución, y más con Óscar López en el banquillo, cuando siete días antes funcionó tan bien en casa del Llosetense la tripleta de centrales.

El Alcoyano terminó partiéndose en dos, arriba los delanteros ni la olieron y en defensa comenzó a multiplicarse el trabajo mientras que en el centro del campo el Villarreal campaba a sus anchas. Alfaro y Liberto junto con Álex Cortell quedaron descolgados como tres islotes y el único que siguió el hilo del partido con algo de fuelle fue Fran Miranda, aunque con la gasolina muy justa tras otra exhibición física del extremeño.

Partidos de esta trascendencia exigen la máxima determinación, para lo cual ni Fall ni Anaba estaban preparados, sobre todo del primero, un recién llegado con una planta increíble, pero que se movió como un elefante en un cacharrería. Merecen, como recién llegados, un margen de confianza.

Otra cosa que no entenderé del domingo fue la convocatoria con tres medios centro en el banquillo y ningún delantero.

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