Los perros y el frío: ¿Debemos ponerles ropa en invierno?
DANIEL PÉREZ, educador y adiestrador canino.
¡Llegó el invierno! Temido por unos y deseados por otros, según las preferencias de cada cual. En este momento es cuando hemos empezado a poner las calefacciones a todo trapo y a cambiar la ropa de verano por la de invierno; tomamos todas las precauciones posibles para protegernos de las bajas temperaturas. Lógicamente, con los perros también tendremos que tomar precauciones para prevenir que el frío les afecte.
Para proteger a nuestros animales durante las estaciones de frío podremos tener en cuenta los siguientes consejos. En primer lugar, nos preguntamos: ¿Debemos ponerle ropa a nuestro perro para salir a la calle? Pues sí y no, depende en gran medida del tipo de perro que estemos hablando.
Normalmente las razas pequeñas y los perros con pelaje corto o escaso suelen ser más propensas a padecer frío, como por ejemplo perros de tipo chihuahua, rateret valencià o galgos, por decir algunos, y lógicamente hay razas que están especialmente bien preparados para las bajas temperaturas, como los Alaskan Malamute o Husky, que por naturaleza las soportan perfectamente.
Para decidir si necesitan ir abrigados o no, sería conveniente valorar si apreciamos que el perro tiene frío y no basarnos simplemente en si nosotros mismos tenemos frío. Porque nuestra percepción y la suya no es la misma, y es muy habitual ver perros abrigados simplemente porque los dueños tienen frío, aunque la temperatura no sea especialmente baja. En caso de tener frío, el perro lógicamente tiritará, que es el mecanismo que tiene el cuerpo para mantener los músculos en movimiento, o tendera a estar encogido. Así podremos preveer que el perro necesita ser abrigado.
Eso así, la precaución de abrigarles será más bien para salir al exterior que para estar en casa, donde lo normal es que la temperatura sea más elevada.
¿Es conveniente bañarlos?
Lo preferible sería no bañarlos en estos meses salvo que sea necesario. En caso de necesitar bañarlos, es conveniente dejarlos bien secos, con secador, no al aire, para evitar que les queden restos de humedad que podría perjudicarles al salir al exterior. Pero normalmente teniendo una buena rutina de cepillado sería suficiente para mantenerles el pelo bien cuidado sin necesidad de lavarlo.
Al hilo del tema de la higiene, por sentido común no se debe rapar a los perros previamente al invierno ni durante el mismo, simplemente manteniendo adecuadamente el pelaje será suficiente.
¿Y los perros que viven en el exterior?
Los perros que habitualmente permanecen en jardines o en el terreno de casas de campo, conviene que tengan una casita de un tamaño adecuado (es tan malo que sea demasiado grande como demasiado pequeña), convenientemente aislada por el interior para evitar que haya goteras o filtraciones y, preferiblemente, que no esté instalada directamente sobre el suelo, para evitar que coja humedad. El sitio ideal para colocarla seria en un sitio bien resguardado, a salvo del viento y de la lluvia si es posible.
Por otro lado, sería conveniente aumentar sus raciones de comida ya que requieren más energía para soportar las bajas temperaturas.
Precauciones especiales
Hay que ser especialmente cuidadosos con los perros de edad avanzada o con problemas de articulaciones, ya que los problemas en estos perros se multiplican y se resienten mucho tanto por las bajas temperaturas como por la humedad, con lo cual si tenemos un perro en estas condiciones conviene protegerlos todo lo que sea posible de climas adversos.
También debemos evitar dejar al perro a la intemperie cuando nos vamos a comprar, es preferible pasearlo y luego ir a hacer nuestras compras dejando al perro en casa, que mantenerlo quieto en la calle con bajas temperaturas aún cuando este abrigado.
Hay que tener mucha precaución en las zonas donde se eche sal para la nieve, ya que la sal es muy perjudicial para los perros y podría provocarles nauseas y vómitos en caso de ingerir restos al chuparse las patas.
Es importante proteger las almohadillas de las patas del perro si vamos a caminar sobre nieve, protegiéndolas con unos botines o secándoles de vez en cuando las patas para que no se les acumule la nieve en la zona de las almohadillas.
Si pensamos que nuestro perro se ha resfriado (sí, también se resfrían), sería conveniente llevarlos al veterinario para que nos aconseje los mejores cuidados, ya que si bien el resfriado en perros no algo preocupante, podría agravarse y provocar problemas más serios. Los síntomas más evidentes de que nuestro perro se ha resfriado podrían ser congestión y secreción nasal, dificultad para respirar por la nariz, tos, fiebre leve, estornudo, letargo general y pérdida del apetito.
Por lo demás, no permitáis que el invierno os impida realizar actividades con vuestro perro, mantenedlos activos y disfrutad del frío igual que lo haríais con el calor. Y no dejéis pasar la oportunidad de que vuestro perro juegue con la nieve, ya que a casi todos les encanta.