Los perros también pueden sufrir el síndrome postvacacional
DANIEL PÉREZ, educador canino.
Ya ha llegado la temida vuelta de vacaciones y el estrés que provoca el famoso síndrome postvacacional. ¿Tiene este mismo efecto el retorno de las vacaciones en nuestras mascotas? Pues podríamos que decir que si, y no… Depende en gran medida del tipo de vacaciones que hayan tenido nuestras mascotas.
Tenemos por un lado aquellos que habrán dejado a su mascota en un hotel canino, o al cuidado de familiares o amigos, incluso aquellos que habrán cogido un apartamento y se habrán llevado a su perro allí; en estos casos la rutina de nuestra mascota habrá tenido pocas variaciones, habrá tenido sus horarios de salida, descanso y comida como si estuviera en casa con ligeras variaciones, con lo cual la vuelta a casa no tendrá muchas diferencias en sí.
Por otro lado, tenemos aquellos que pasan sus vacaciones de forma radicalmente distinta a su vida habitual, por ejemplo los que han pasado la época estival en campings o casas rurales, en este caso los perros habrán tenido un cambio de costumbres bastante más radical, con mucho tiempo en libertad, comidas en sitios distintos al aire libre, etc. En este último caso sí que podrían notar más claramente la vuelta a la rutina y el retorno al hogar.
En el caso de que nuestras rutinas vacacionales hayan sido muy radicalmente distintas a nuestra vida habitual, sería conveniente volver a casa un par de días antes de tener que retomar nuestras obligaciones, para que el cambio sea más gradual. Deberíamos una vez hemos vuelto a casa, aprovechar que aun disponemos de tiempo libre para hacer paseos más largos de los que haríamos habitualmente y en los mismos horarios en los que los pasearíamos una vez volvamos a nuestros horarios habituales y dedicar algo de tiempo a jugar con nuestro perro; y combinar esto con ir dejándole solo a ratos en casa, para que no pasen de tener nuestra presencia de forma constante a, de repente, desaparecer durante horas, lo cual podría derivar en una ansiedad por separación, también debemos reacostumbrarle a tener horarios fijos para comer y para dormir, de esta forma haremos que el cambio resulte menos traumático.
De paso, tendremos que aprovechar para eliminar vicios, que involuntariamente le habremos inculcado, debido a que el relax de las vacaciones y el cambio de residencia nos hace ser menos estrictos, por ejemplo, no habremos sido tan estrictos a la hora de darle de nuestra comida o dejarle dormir en nuestra cama, con lo cual debemos volver a instaurar nuestras normas de convivencia cuanto antes, ya que de no ser así acabarían cogiendo malas costumbres que con el tiempo costaría mucho más esfuerzo eliminar.
Finalmente, en caso de tener cualquier problema con nuestros perros a la vuelta de vacaciones porque haya adquirido algún hábito indeseado, lo mejor sería consultar cuanto antes con un educador canino cualificado que nos oriente para poder resolverlo antes de que vaya a más.
Espero que de una manera u otra, hayáis disfrutado de unas buenas vacaciones junto a vuestras mascotas y que hayáis aprovechado el aumento de tiempo libre para fortalecer vuestros vínculos con ellas, algo muy importante en la relación con nuestros animales.