Los fantasmas del Centro

Dicen Iker Jiménez y sus acólitos, que en el antiguo Hospital de Oliver hay un fantasma. Hay incluso alguno de ellos que lo ha visto deambular por los pasillos, manifestarse en alguna de las plantas o pasear por algún sótano.

– ¿Diuen que hi ha un fantasma?, això és que no coneixen als que tenim en el Centre.

Sin ofender ¿eh?, que nadie malinterprete a este señor, que continua su ‘barcella’ en un tono amigable y distendido.

– Saps la quantitat d’edificis buits que hi han ací?, volem que vinga més gent a viure al centre, i no saps la quantitat de pisos que ni s’alquilen, ni es venen, perquè dels dies de festes trauen més partit que de tot un any. Aquí, sí que n’hi ha de fantasmes “campando a sus anchas” tot l’any menys les festes de guardar.

Eso dicen los vecinos del centro; que en todas y cada una de esas casas que están cerradas durante el año, a veces aparecen goteras o humedades que no se descubren hasta que llegan fiestas, que la ausencia del calor humano hace que las vigas de madera crujan como si fueran lamentos, y que alguna ventana o balcón mal cerrado se pronuncia cuando hace viento.

Dicen también que se oye cómo se arrastran los muebles, ellos solos o por la travesura del “fantasma del dia de l’Entrà”, ese pobre ninguneado que aparece cada 22 ó 26, de abril o 5 de mayo, ya no lo sé, según se oyen los timbales. Y con el estrépito de la música en las calles y con eso de que están todos en los balcones, no lo ve nadie.
– Però que es pensen, que només tenim al fantasma d’Oliver? Jo crec que hi ha un altre al CADA, encara que deu ser el mateix del Cine Goya, i pot ser abans era aposentador. S’han vist, jo no eh!, però a mi m’han contat que de vegades es veuen llumades de reflector a les nits, dins d’aquests dos edificis i ningú ha pogut explicar a què es deuen. Perquè, que jo sàpia el CADA no fa tant que està tancat, però també podria ser algun antic caixer del Monte de Pietat que com nosaltres, no s’explica que és el que hi ha passat en eixe lloc preciós, per cert, del nostre poble.

Me empieza a entrar un escalofrío por todo el cuerpo, ¿Quién dice que todo esto no es verdad? o ¿quién me asegura que sea cierto? Empiezo a dudar, tenemos tantos sitios llenos de vacío que ¿por qué no va a venir alguien que no tenga llaves a habitarlos? Y no hablo de ocupas, que para esos también tengo un artículo…

– L’altre dia, no em digues perquè, tornava cap a casa a les tres del matí i baixava pel carrer Sant Mateu amb una bufa que en deu i en quant encarava el carrer Sant Josep vaig sentir una gelor que no era normal. ¡ey que jo anava calentet eh?!I de moment vaig sentir com un cor d’aquests de missa, però amb alegria. Crec que eren tot dones, estic contant-ho com si estiguera escoltant lo ara, i deveres que per les hores que eren no passaven ni els cotxes, i me n’adone que estava parat a la porta de l’edifici de les Paules. Ey me sen va passar el pet volant. Ací dins està ple de fantasmes saps? Ara entenc perquè van venir a filmar una pel·lícula de por… si quasi em cague fins jo.
No pues yo. ¡Pero si ya estoy en la cuarentena y no recuerdo haber visto las puertas abiertas! ¿Cómo no se van a montar fiestas ahí dentro?, si tienen el escenario perfecto.

¿Será por fantasmas? o ¿será por edificios cerrados? Podría hacer una lista interminable…

“El fantasma del Siri”, “El fantasma del Juzgado-Escola D’Art”, “El fantasma del Auditorio que pudo haber sido y no fue”, “El niño de la curva del Carrer Calderon”…

Con eso que estamos en Halloween, esta semana me han inspirado los fantasmas y ya de paso les aconsejo la lectura del ‘Fantasma de Al-Azraq’ o que repasen el sainete de ‘El fantasma de Jordà’ ambos de puño y letra alcoyana.

Y yo me quedo pensando en los edificios y en si este tema me daría o no para un “Monòleg d’Alcoiania”, seguro que de un tema tan tétrico sacaría unas risas.

Y ustedes estén atentos, porque en esta ciudad cada vez más dormida, pululan por doquier, los “fantasmes, mumerotes i ànimes en pena”.

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