Los fans del cómic tienen en Alcoy su propio lugar de culto
El que algunos han dado en denominar el noveno arte, sigue aglutinando a miles de seguidores en todo el mundo. En Alcoy, los fanáticos de los héroes y heroínas del cómic en sus distintos formatos, disponen desde hace cuatro años de un lugar de culto llamado Manhattan Cómics. Alejandro Cerro, propietario del establecimiento, explica cómo surgió el proyecto: “Creo que siempre he estado rodeado de cómics, mis cuatro hermanos mayores siempre han comprado y además de gustos totalmente distintos. A mí alrededor tenía superhéroes, cómic underground americano, línea clara, tebeo español, Cimocs, Viboras, El Jueves, etc.… Con los cómics aprendí a leer, de ahí mi afición por el dibujo que me hizo estudiar diseño, vamos que han marcado bastante mi vida. Pero aunque era una idea que me había rondado por la cabeza, fue cuatro años atrás cuando materialicé la idea de empezar un negocio propio”.
Manhattan Cómics es la única tienda especializada en el género en Alcoy. Según indica su propietario, el 90% de los clientes leen manga, Márvel y DC Comics, por eso a la hora de abastecer la tienda lo hace en función de la demanda y se pueden encontrar muy pocas rarezas. “Prefiero ir a lo seguro y aunque intento traer un poco de todo, siempre acabo trayendo lo que se vende. El mayor problema que sufrimos es estar en una ciudad mediana, que no es capital de provincia. Nuestro mercado es menor y sí, claramente abastecemos a gente de ciudades y pueblos colindantes, pero es absurdo intentar competir con grandes librerías”, afirma.
El joven recomendaría a sus clientes que se acercaran un poco más al cómic europeo y más concretamente, que se animaran a empezar a leer a autores españoles: “No tengo un sentimiento chovinista, me da igual que una obra venga de Japón, de Argentina o de Bélgica; si es buena, es buena, aunque para gustos colores, claro está. Pero parece que para que un autor autóctono sea reconocido aquí tenga que demostrarlo primero fuera y así devaluamos y perdemos grandes autores potencialmente espectaculares”.
En la actualidad, el auge del cómic va asociado en muchas ocasiones al fenómeno fan y a la calificación de sus seguidores como ‘frikis’, un término que Alejandro detesta: “Muchos clientes vienen buscando un regalo para su pareja o un familiar y dicen esto, acabas por entenderlo porque no tienes otra, pero odio esa palabra porque el cómic es mucho más que todo eso, es un arte”, asegura.
De cara a un futuro, Alejandro tiene previsto un cambio de ubicación, “pero cuando la situación sea la idónea, por ahora espero poder ir creciendo poco a poco. Porque como es obvio nos hemos adentrado en un sector en constante evolución de público y en una época poco halagüeña para cualquier negocio. Cambiaremos de emplazamiento cuando sea oportuno, de momento estaremos aquí atendiendo a los seguidores del cómic”.