Las cifras mentirosas
Últimamente nos están aportando datos que quieren convencernos de que la situación está cambiando y que la tendencia hacia una economía mejor está demostrada y que esta tendencia es gracias a las medidas correctoras (recortes, reajustes, nuevas leyes laborales) que se tuvieron que tomar y que se acertó de pleno al tomarlas. Pero veamos primero los resultados y luego las intenciones.
Las cifras del paro van mejorando, eso es indudable. Pero eso realmente ¿qué quiere decir?: “que hay más personas que consiguen un trabajo (no digo puesto de trabajo)”. Pero no nos dice ni en qué condiciones, ni sobre todo que masa salarial representa estas contrataciones respecto a la fecha con la que nos la quieren comparar.
Lo mejor un ejemplo. El titular de “El nostre” el pasado 24 de agosto “el paro desciende a cifras del 2009”.
Una familia tipo medio en 2009 (lo que era la tristemente desaparecida clase media), en la que trabajaban los dos conyugues. Los datos que realmente nos dan la realidad de la situación serian: Salario de cada uno de ellos; Horario laboral; Prestaciones sociales (sanidad, educación, desempleo etc.) que les proporcionaba aquella situación; Fecha prevista de jubilación.
Trasladémonos ahora al 2015 y analicemos los mismos parámetros y veremos en la mayoría de los casos que: En el caso improbable de que los dos estén trabajando, el salario ya no es el mismo. El horario laboral ha cambiado desfavorablemente. Las prestaciones sociales se han visto recortadas considerablemente. La jubilación se retrasa y al mismo tiempo aparecen veladas amenazas sobre la inviabilidad de las pensiones a medio plazo y lo interesante que sería hacerse planes de pensiones privados.
La situación si tenemos en cuenta tan solo el número de empleados (la cifra mentirosa) puede ser que esté mejorando, pero que no nos engañen, es lo único que mejora. La situación económica y personal de todos nosotros (salvo contadas excepciones) es cada vez peor.
LAS INTENCIONES como siempre ver las intenciones en los actos de otras personas es complicado y siempre especulativo, pero en este caso los motivos son demasiado evidentes como para negarlos.
La crisis ofrece una oportunidad única para que el poder económico/político pueda efectuar una serie de cambios que eliminen todos los beneficios sociales conseguidos y que le den la posibilidad de obtener unos beneficios económicos a corto plazo interesantes y a largo plazo extraordinarios (e indecentes). No olvidemos que la riqueza ha aumentado para los que ya eran ricos.
Se cambian las leyes de relaciones laborales, ya sabemos para favorecer que intereses y a que parte. No hace falta que especulemos.
Se cambia la constitución a instancias comunitarias para que la obligación de pagar la deuda este por encima de cualquier otro criterio de necesidad.
La deuda contraída por la banca y que causó la crisis pasa a ser pública. Es decir que lo que antes debían unas empresas privadas pasamos a deberlo todos nosotros (privatización de beneficios y socialización de la deuda). Se privatizan las empresas públicas (solo las rentables, faltaría más). Se recortan los servicios sociales (educación, sanidad etc.). Se aumenta la edad de jubilación. Etc. (pongan otras cosas que se les ocurran, seguro que las hay).
Las intenciones están claras y el resultado de todo esto es el previsto y no tiene nada que ver con la mejora de las condiciones de vida del ciudadano que no olvidemos que es el que vota y que lo hace precisamente para que los políticos elegidos trabajen en beneficio de las personas. Las intenciones tiene como fin que nos adaptemos a unos parámetros económico-sociales que nos permitan sobrevivir (malvivir en muchos casos) cada vez más en precario, pero que aporten beneficios sustanciosos a los que han patrocinado estas reformas y a los que las han hecho posible. Y además nos lo quieren vender como la mejor de las soluciones posibles (vamos que nos toman por tontos).
Cuando tengamos que tomar decisiones importantes los próximos meses, pensemos dos cosas. ¿Tenemos un futuro (un buen futuro) por delante tal y como nos lo ofrecen?
¿Se ven a Uds. mismo y a sus hijos viviendo bien en este futuro?
A partir de ahí, decidan.