La resaca y la bienaventuranza
Juanjo Garrido . Miembro de Ciudadanos Alcoy
A pesar de los desatinos e incontinencias verbales emitidas y escuchadas durante toda la campaña electoral, una vez ejercido el derecho a expresar la voluntad popular en las urnas, la tranquilidad, la coherencia y la educación han ganado todo el terreno. Ya impera la “calma chicha”.
Cada vez las clase política de todos los niveles reacciona por lo menos en público con más sosiego. Los vencedores no se dedican a hacer lecha del árbol caído, los perdedores felicitan a sus contrincantes, los que emergen son felicitados por todos; toda una lección ; una lección que sobreviene a modo de sobredosis; donde ayer había bilis y mal aliento en pocas horas hay bálsamo y aliento fresco; vamos como la “magia Borrás”.
Y más vale así porque ya hemos tenido una buena dosis de chulería, soberbia e ira, sazonada con las pequeñas trampas que no dejan de ser chiquillerías y denotan el estilo de quien las realiza. Ahora te tapo el cartel, ahora te lo arranco, ahora instalo una pancarta que no corresponde o se me olvida “apagar” la pantalla de leds el día de reflexión, que por cierto, debería ser abolido. ¿Día de reflexión en el siglo XXI? con la tecnología actual, con los Sms, los Wsp, etc. ¿Qué sentido tiene?.
Mientras siga existiendo ese extraño día de reflexión, habrá gente que se sienta tramposa por mandar whatsApps relacionados con la campaña. Bueno esos chiquillos no sientes esas cosas.
Pero las procesiones van por dentro, y hay varias de ellas, como en Semana Santa. Procesión del Dolor, Procesión de la Flagelación, de las Últimas Palabras, del Silencio y hasta la Procesión de la Muerte. La procesión va por dentro y en breve también por fuera.
Veremos a los penitentes arrastrando sus pesados sillones, porque además de hacer examen de conciencia hay que cumplir una penitencia, y esa penitencia va acorde con el pecado incurrido. Dos Padre nuestros y un Ave María para faltas menores y pecados veniales; pedir perdón al hermano al que hayas ofendido, restituir lo que hayas sustraído, quedarte en casa y no seguir arrastrando hacia los infiernos a los tuyos, y una serie de actos de contrición que harán que el penitente quede sanado y que su prójimo respire reconfortado. Es la liturgia que sigue a todo proceso electoral. Es un largo proceso penitencial parecido a un tratamiento depurativo de la sangre. Y hablando de depuraciones creo que en breve vamos a acudir a un largo rosario de ellas. En partidos políticos, en diputaciones, gobiernos regionales y hasta locales, unos procesos breves pero tan intensos como dolorosos, en especial para quien sufra el correctivo impuesto por la tan manida moda de implantar la transparencia, corrupción cero y otras ocurrencias del mismo estilo. ¿Quién habrá tenido tales alucinaciones?, ¿qué mente es capaz de tejer una trampa tan soez?. ¡ Con ello nos vamos a cargar el sistema!.
Estas ocurrencias hacen tambalear todo por lo que un gran puñado de prohombres de estado han luchado toda su vida, hacen resquebrajar todo un sistema de bienestar, el suyo propio. La ley de vida nos ha hecho nacer y vivir estos años pero la naturaleza es sabia y aplica los resortes necesarios para corregir ciertas deformaciones y ahora esa misma ley nos manda a unos pocos iluminados que nos remueven las conciencias. ¿Dónde estaban cuando tanto los necesitábamos?. Pero nuncaes tarde si la dicha llega. Bienvenidos sean esos locos que con sus simples y lógicas ideas, hacen retorcerse en sus sillones a quienes han apuntalado una situación insostenible. Y bienaventurados los que no les siguen sino que les acompañan.