La recuperación de la garnacha como vino de Cigales

Hacer una Denominación de Origen de una variedad de uva o un tipo de vino bandera, puede ayudar mucho a la hora de comercializar los vinos de la zona. Es el caso de Rueda con el Verdejo, de Rias Baixas con Albariño o Cigales con el Clarete.

El problema viene cuando las bodegas de la zona quieren hacer vinos diferentes a lo habitual, porque el mercado no lo admite. Es el caso de las bodegas de Cigales que elaboran tinto. La gente solo quiere los rosados de Cigales y los vinos tintos quedan relegados de las cartas de vino.

Cigales es una denominación con unos suelos muy similares a los de Ribera del Duero, de hecho la distancia es de pocos kilómetros, tienen el mismo clima, el rio Duero pasa por ambas y la uva más cultivada es la tempranillo. Muchas similitudes, que tendrían que hacer que la gente se animase con sus vinos tintos. Pero la cosa no termina de cuajar… La mayoría de las bodegas de la zona siguen queriendo vender rosado y despreocuparse de vender otro tipo de vino. Las pocas bodegas que se atreven a salirse de la norma, tienen que luchar contra sus paisanos y contra los consumidores… Es nadar contracorriente.

Para terminar de rizar el rizo, Manuel Herrera elabora un vino con la variedad garnacha, que antiguamente en la zona se denominaba “garnacho” de forma despectiva… Una variedad que gracias a elaboradores como él, está volviendo a recuperar el protagonismo perdido en España. En sus parcelas de garnacha tinta, algunas de ellas con más de 100 años, encontramos cepas de garnacha tintorera y la rarísima garnacha gris.

Con todo ello elabora un vino espectacular, con una nariz que nos aporta muchos toques de fruta madura, compotas, toques minerales,.. Pero en boca es muy fresco y fácil de beber. La sorpresa en el mundo del vino radica, en ocasiones, en buscar los vinos que se salen de la norma…

Salud!!!