La nutria regresa al río Serpis alrededor de 70 años después
Técnicos de la Conselleria de Medi Ambient han detectado la presencia de nutria en el río Serpis, una especie de la que nada se sabía, por estas tierras, desde los años 50 del siglo pasado.
Fue el 19 de enero pasado cuando recibieron, por parte de las Brigadas Natura 2000 de Alicante, información acerca del hallazgo de unos excrementos de nutria en la cuenca del Serpis, a la altura de Beniarrés (confluencia con el Barranc de l’Encantada), y del de L’Orxa (Font del Petit). Las imágenes de los excrementos permitían identificarlos casi con total seguridad como producidos por esta especie, lo que unido al hecho de que las últimas noticias de presencia de nutria en esta cuenca datan de hace unos 70 años, dejó clara la importancia de comprobar estos datos y la longitud del río con presencia de esta especie amenazada.
Así, con el objetivo de conocer con mayor detalle la presencia de nutria en dicho curso de agua, durante el mes de febrero se llevaron a cabo dos jornadas de muestreo de diferentes puntos seleccionados por el Equipo de Seguimiento de Fauna, cubriendo tanto el curso del río Serpis –aguas abajo y aguas arriba del embalse de Beniarrés– como un tramo del río Agres.
Se detectaron excrementos de nutria en siete de las quince estaciones muestreadas, observándose los más recientes en el tramo del río comprendido entre L’Orxa y Villalonga, mientras que no se hallaron indicios en torno al embalse de Beniarrés, pero sí se encontraron excrementos viejos. En el informe elaborado se indica que las recientes lluvias, con crecidas puntuales en el río, habrían favorecido la desaparición de los posibles rastros.
ASENTAMIENTO
Con los datos en la mano, técnicos de la Conselleria llegan a la conclusión de que queda confirmada la presencia de nutria en la cuenca del Serpis. El haber encontrado excrementos frescos durante más de un mes y distanciados entre sí más de 30 kilómetros indica que no se trata de una aparición esporádica, sino que deben existir varios ejemplares en la cuenca, procedentes de una población de esta especie asentada en la cuenca del Albaida, donde fue detectada por primera vez en julio de 2015, con seguridad procedente del Júcar.
Se apunta que la comunicación del Clariano (que desemboca en el Albaida) con el Serpis puede hacerse a través de afluentes y saltos entre cuencas.
Tal y como se recoge en el informe de técnicos de Conselleria, la posibilidad de que esta población incipiente se asiente en el Serpis dependerá de la capacidad de acogida del medio receptor, es decir, si encuentran comida y refugio, algo que sí parece posible. Igualmente, también es básico para su asentamiento conocer los riesgos de la zona. En los próximos meses se realizarán nuevos sondeos para comprobar la persistencia de la especie en la cuenca.