La nueva hoja de ruta de Alcoy. ISAAC MARTINET. Militante de Joves Socialistes d’Alcoi
Estamos empezando a escuchar hablar de recuperación, de creación de puestos de puestos de trabajo, todo esto a pesar de unas medidas tan nocivas como una mayor facilidad de despido, la cual era más necesaria y útil obviamente que abaratar los costes de contratación, que es el verdadero problema, a parte de los excesivos trámites para constituir cualquier empresa.
Durante la crisis, a parte de la destrucción de puestos de trabajo, también han sido victima muchas empresas, sobretodo pymes, las cuales tenían una gran rigidez de actividad económica, ya que la mayoría se dedicaban al sector de la construcción y otras actividades tanto directamente como indirectamente relacionadas, lo que propició una excesiva especialización de la cual aún no hemos podido salir, repito, no hemos podido salir.
Leyendo noticias de los periódicos más afines y convencidos de la tan ansiada recuperación, usan como dato esperanzador el aumento de la construcción de viviendas, dato que cada vez que va “mejorando”, yo me asusto más, ya que significa salir del agujero, para volver a caerse en el mismo.
La burbuja de la construcción dejó un exceso de infraestructuras, por lo que el sector clave para recuperarse no es este precisamente.
Alcoy, pese a que se dedicó excesivamente a la construcción de casas por todos los rincones que quedaban por edificar, está aguantando decentemente (comparado con ciudades cercanas similares), pero a costa de que la mayoría de jóvenes que estudian carrera, se tengan que marchar a Alicante, Valencia o incluso conozco que se han ido a Inglaterra o Alemania.
Si algo caracteriza nuestra zona, es el carácter emprendedor, el cual si supiésemos combinar con el talento a nivel tecnológico-industrial que crea la UPV, podríamos volver a ser de las zonas más punteras de la provincia.
Pese a ser una ciudad de 60.000 habitantes, tenemos Cámara de Comercio, un CEEI (centro europeo de empresas innovadoras) el cual propulsa pequeños proyectos con un gran potencial, que pueden darnos ese toque de innovación que le hace falta a la ciudad y también tenemos el Ágora, lugar tanto para desarrollar proyectos, como para conferencias que nos sirvan para formación.
Emprender significa empezar de cero, con lo que significa enfocar el sector en el que nos queremos desarrollar.
Con las condiciones geográficas y poblacionales, lo mas adecuado sería sustentarse en un modelo intermedio entre industria y servicios, ya que la industria nos permitiese crear tanto empleo como riqueza, necesarios para crecer de una forma sostenible y por otra parte, el sector servicios, que crearía también trabajo y riqueza, lo que en menor medida, pero permitiría elevar el nivel de vida de nuestros habitantes.
Por lo que respecta al turismo, lógicamente no podemos aspirar a generar el mismo dinero que nuestros vecinos de la Costa Blanca, pero si aprovechar la gran masa de turistas de esa zona para ofrecer alternativas mientras se hospedan en la playa, viajes de un día, donde podríamos mostrarles la belleza de las calles del centro o los parajes naturales que nos rodean.
Pero todo esto no se consigue de la noche a la mañana, hacen falta ganas, motivación, pero sobretodo emprendedores que lideren este proyecto de cambio.