La Guardia Civil de Ibi desarticula una residencia ilegal de ancianos en Castalla

La Guardia Civil de Ibi detuvo ayer a cinco personas de nacionalidad inglesa, un matrimonio y sus tres hijos, como presuntos autores de los delitos de intrusismo profesional, estafa, contra la salud pública y delincuencia organizada, y con ello se ha desarticulado una residencia ilegal de ancianos. Las instalaciones de la residencia ilegal se encontraban en una vivienda unifamiliar, en una urbanización de la localidad de Castalla.

Tras dos meses de investigaciones, la Guardia Civil de Ibi pasó ayer a la fase de explotación de la Operación Alten en la que resultaron detenidos todos los miembros de una familia que desde hace 8 años regentaba una residencia ilegal de ancianos en la localidad de Castalla.

Para captar a sus residentes, los gerentes ofrecían comisiones de 500 euros por cada anciano, a los que posteriormente les cobraban cuotas por residir de hasta 500 euros a la semana. Toda la actividad económica de la empresa era llevaba a cabo en metálico, eludiendo impuestos.

Además de los cinco miembros de la familia, para el geriátrico ilegal, trabajaban tres personas que no estaban dadas de alta en la Seguridad Social y que no poseían ningún tipo de titulación que les habilitara para las labores que desarrollaban.

En la entrada y registro que realizó en el día de ayer la Guardia Civil junto a Servicios Sociales de la Comunidad Valenciana se pudo comprobar que la vivienda en la que ejercían la actividad no estaba acondicionada para una correcta asistencia de los mayores. Las irregularidades que se cometían han sido numerosas y de gravedad, tales como que la alimentación era inadecuada, las instalaciones se encuentran sucias, el espacio es insuficiente y no hay baños adaptados para atender las necesidades específicas de los internos, etc. La Guardia Civil tuvo conocimiento de que uno de los ancianos tenía su habitación en un almacén anexo a la vivienda donde los presuntos autores guardaban material, sanitario, mobiliario e incluso maquinaria, tal y como informan.

Por otro lado, la vivienda tampoco cuenta con extintores, puertas de emergencia, plan de evacuación, y demás medidas que regulan este tipo de establecimientos en caso de emergencia, poniendo de este modo en grave riesgo la seguridad de los moradores. Por las noches se bloqueaban con sillas las habitaciones de los residentes para impedir que salieran de ellas, según informa la Guardia Civil.

Además, los presuntos autores administraban medicación a los ancianos de forma irregular. Ninguna de las personas que atendía a los residentes poseía titulación sanitaria. Los fármacos se encontraban almacenados al alcance de todos, de manera que cualquiera podía acceder libremente a ellos sin control, según esta mismas fuentes.

En el momento de la entrada, la Guardia Civil halló en el domicilio a los cinco miembros de la familia y a tres residentes. Familiares manifestaron que alguno de ellos hacía un año que estaba ingresado en ese geriátrico. Todas las víctimas eran de nacionalidad inglesa. Se ha tenido conocimiento de que hace poco falleció uno de los residentes, informa la Guardia Civil. Se han incautado documentos que acreditan la gestión del establecimiento ilegal, tales como cuotas cobradas a los pacientes, sueldo de los empleados, horarios, etc.

Los detenidos y los efectos han sido puestos a disposición de la Autoridad Judicial.

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