La democracia está en los juzgados

No pocos de los proyectos importantes que presentan los gobiernos, sean éstos español, autonómico o municipal, acaban en los tribunales judiciales. El sistema político español está muy viciado porque nuestra democracia se ha convertido en un juicio constante más que en un debate en los parlamentos, también en las parrillas televisivas, muchas veces convertidas las tertulias en peleas ideológicas. Alcoy no podía quedar ausente de demandas judiciales, un hecho que está creando aquí y en el país una serie de movimientos sociales de gran magnitud, especialmente el que lidera Podemos, un partido de nueva creación que podría dejar en la calle a muchos políticos que llevan años y años chupando del bote.

A los chicos de Podemos les van a volver locos con demandas y juicios antes de las elecciones. (Los políticos seculares temen por sus eternas canonjías mientras cuidan que se olviden sus corrupciones; siempre hay quien trata de buscar la paja en ojo ajeno y olvida la viga en el propio). Lo cierto es que muchos proyectos acaban en los juzgados porque no pueden alcanzar consenso, a veces el gobierno de Mariano Rajoy, ensoberbecido por su mayoría, ni siquiera los discute en los parlamentos.

Los alcoyanos también somos incapaces de discutir y llegar a acuerdos aceptables para todos así es que vamos de juicios. Los grandes proyectos innovadores presentados en nuestro municipio han acabado o van a terminar en las salas de audiencia. Los problemas de Serelles y la plaza de la Rosaleda, dos proyectos que se arrastran desde la anterior etapa de gobierno del Partido Popular, así como la planta de transferencia de residuos sólidos que todavía se encuentra en situación ilegal, son algunos de los problemas judiciales pendientes de resolución, junto con la demanda por las anomalías que se produjeron en las facturas de las obras del Teatro Calderón. Del atentado urbanístico del parking de la Rosaleda me parece que la reforma podría no ejecutarse por culpa de la débil economía municipal cuando lo lógico sería que quienes atentaron contra la ley restituyan, a sus costas, el espacio a su estado original.

El principal problema que en estos momentos tiene el Ayuntamiento de Alcoy es el proyecto Innova. Independientemente de que todos queremos impulsar la creación de empresas para tratar de aminorar el enorme desempleo que sufre nuestro pueblo y de paso seguir creando riqueza, el proyecto de La Española acabará en los tribunales de justicia. A mí me parece que conforme están de encontradas algunas posturas, con desprecio absoluto de unas tecnologías modernas que en cualquier país europeo son habituales, si el proyecto de la nueva factoría de La Española incluso la aprobase Dios no se aceptaría la decisión, todo esto suponiendo que el llamado Supremo Hacedor exista porque muchos científicos y no pocos filósofos niegan su existencia; hasta el insigne físico británico Stephen Hawking lo asegura en la formidable película “La teoría del todo” que ponen en los cines Axion, cuya visión recomiendo.

Por otra parte la Agrupación Empresarial Textil Alcoyana presentó hace unos días ocho proyectos innovadores de empresas, algunas de ellas vinculadas a nuestra ciudad aunque las factorías estén situadas en pueblos cercanos, un hecho que, dicho sea de paso y sin ánimos de molestar, jamás preocupó a los gobiernos municipales en el sentido de crear suelo industrial a base de utilizar masivamente maquinaria para allanar dentro del término municipal terrenos estériles dotados de comunicación y servicios al tiempo que docenas de fábricas alcoyanas necesitadas de solares se fueron a buscarlos por la comarca. Por su parte la Cámara de Comercio e Industria de Alcoy también hace años anda preocupada por la pérdida de poder industrial de nuestro pueblo, pero tanto la centenaria institución textil como la no menos centenaria Cámara deberían pasar antes por el juzgado cualquier proyecto que se les ocurra así se evitarían posibles retrasos o anulaciones.

La realidad es que los ciudadanos y ciudadanas que dependemos de los que toman las decisiones estamos hasta los ovarios de tantos pleitos judiciales, y de tantas corrupciones, y de tanta austeridad y de tantas crisis, y de tantas mentiras, y de tantos profetas que predican que todo lo hacen por el pueblo.

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