Inauguramos un año calentito

Un nuevo año comienza y con él unos nuevos deseos afloran en nuestras mentes, unos deseos de cambios a mejor, de cambios simples o sustanciales pero cambios. Para algunos los mejores deseos de cambio para nuestra ciudad van a transitar entre comenzar proyectos ralentizados y rematar obras en un año especialmente importante por la proximidad de unas elecciones, otros centrarán sus deseos en visibilizarse utilizando sus medios habituales y para otros el mejor de los deseos puede estar en que todo lo que anteriormente se ha citado sea realizado por el bien de la ciudadanía y que todo no cambie, de modo que aquello comenzado acertada y unánimemente siga tu trayectoria, es buena la predisposición a los cambios siempre y cuando no afecten a lo ya emprendido.

Las voluntades de todas las formaciones políticas a priori se suponen buenas como el valor en la mili, para posteriormente afianzarse o torcerse según las circunstancias y no necesariamente ese cambio de ruta se debe a malas intenciones ya que hay factores que pueden afectar a su desarrollo, falta de acuerdos, baja financiación o imposibilidad técnica aunque también pueden ser influenciables por presiones mediáticas o de grupos interesados y por dejación de funciones, aburrimiento o cansancio. Ese debiera ser uno de los deseos que todos debiéramos solicitar, la constancia, perseverancia, honradez, fuerza a la hora de trabajar y humildad al reconocer que no siempre somos poseedores de la verdad absoluta. Miren que es difícil el cumplimiento de los principales propósitos de los españoles, hacer deporte, dejar de fumar, estudiar idiomas, etcétera, pues si se trata de algo que afecta a nuestro ego es sumamente más complicado y si además ese ego no afecta únicamente al individuo sino a un colectivo o a unas siglas la misión se convierte en casi una heroicidad.

Este comienzo del nuevo año se me antoja algo movidito a razón del nuevo y lógico varapalo judicial del TSJ que ha rechazado el recurso de nuestro Ayuntamiento contra la aprobación del proyecto de La Española. Ha desestimado absolutamente todos los argumentos esgrimidos por el Consistorio y que en contra del criterio de sus amigos y socios de la Generalitat que en su día entendió que el proyecto en cuestión traspasaba el ámbito local ya que por su envergadura era considerado un proyecto supramunicipal. El TSJ niega que el proyecto vulnere leyes como la de Urbanística Valenciana, la de Espacios Naturales o la ley de Protección del Paisaje así como la supuesta ilegalidad de desclasificación del suelo.

Claro, comienza un nuevo año y nuestro Consistorio se va a encontrar ante diversos dilemas, aceptar de una puñetera vez algo tan claro y resentenciado o seguir alegando y demorando en el tiempo un tema tan candente; seguir dando soporte a grupos anti-proyecto o gobernar; decidir si doy mi respaldo o mi espalda y lo fundamental será saber cómo argumenta ese encaje de bolillos, ese “si pero no” ante una ciudadanía que atónita contempla como sus gobernantes no es que quieran nadar en dos aguas sino que se ejercitan malamente en nadar en todas las aguas. Ciertamente es un difícil ejercicio dar la cara y explicar que donde dije digo, digo Diego, explicar que igual se hacen declaraciones aludiendo que no se está contra del proyecto como se presentan recursos y recursos contra ese mismo proyecto, verdaderamente debe ser muy complicado vender que se trabaja por Alcoy, que se pretende un crecimiento y que la industria es un bastión fundamental y que se esté frenando repetida y conscientemente nuestro avance, nuestro progreso y en definitiva nuestro futuro. Eso es lo que hay que explicar muy claramente a los alcoyanos, o “churras o merinas”, blanco o negro, si quieren una fuerte inversión para nuestra ciudad y una oferta importante de puestos de trabajo o declaran claramente y sin vaguedades que desearían darle una patada en el trasero y que ese ambicioso proyecto marchase a otras comarcas o a otras tierras. Hay que gobernar y eso implica mojarse y definirse sin ambigüedades.

Y también comienza el nuevo curso para los grupos de la oposición y al respecto las cosas parecen bastante mas claras. Los hay que están en contra valiente y abiertamente y otros estamos declaradamente a favor, a favor del proyecto y jamás hemos dicho que a cualquier precio, pero cuando los condicionantes están cumplidos pues adelante, a favor del progreso y del avance de nuestra ciudad, a favor del crecimiento y en resumen, a favor de Alcoy. Cs seguirá bregando y apoyando toda iniciativa que beneficie a esta tierra y a nuestras gentes.

Poco vivirá el que no lo verá, esperen señores y vean. En breve inauguramos el año previo a unas elecciones y ello va a dar mucho juego. Feliz estreno a todos.

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