Ya van diez años, y todos queremos más

Quisiera empezar estas líneas pidiendo disculpas por mi confusión, o despiste, o por una (cosas de la edad) inesperada ignorancia. Escribo estas líneas con la intención de felicitar a nuestro querido EL NOSTRE, y no estoy seguro de si he sido puntual o he llegado algo tarde.

El caso es que no he querido dejar pasar la ocasión de hacerlo, pues tengo un cariño especial por este periódico, al que considero como mi hermano pequeño, y voy a tomarme la libertad de explicarlo.

Nací con CIUDAD, allá por 1953, al que, cuando tuve edad y condiciones para hacerlo, he considerado siempre como mi hermano mayor, pues ejerció conmigo de hermano, de maestro, informándome de lo que pasaba en mi ciudad. Por él supe que no solo existían las aventuras de El Jabato, de El Capitán Trueno, y de otros héroes… Conocí que Alcoi era la apasionante aventura que me correspondía vivir y afrontar.

CUIDAD imbuyó en mí el gusto por la prensa, la necesidad de saber, además de apreciar la calidez del tacto de las páginas de un diario.

Confieso que el anuncio de la desaparición de CIUDAD me apenó sobremanera, pues gracias a él tuve siempre la buena costumbre de llevar un diario bajo el brazo, y pensé que, con su desaparición iba –íbamos– a perder un trozo importante de Alcoi, de nosotros mismos…

No creo necesario explicar la inmensa alegría que sentí al conocer que CIUDAD iba a tener continuación con EL NOSTRE, al que ya, desde ese mismo momento, consideré y acogí como mi hermano pequeño, pero tan importante, tan necesario, y tan sabio como el mayor.

He tenido el privilegio de colaborar en alguna ocasión con ambos, y eso es algo que considero como un pedacito de riqueza que atesoro, y como alcoyano amante de mi ciudad que soy, siento que es motivo suficiente para intentar esta felicitación esperando escribir algo mínimamente decente y adecuado.

Nunca conocí personalmente a Rafael Coloma, ni a Ramón Climent, y solo últimamente, y por sorpresa, pude conocer a Luis Peidro, y desde la humildad de este alcoyano jubilado, me atrevo a darles las gracias por haber hecho posible la existencia y el mantenimiento de esta riqueza que es nuestro periódico.

Alcoi ha perdido demasiado, pues nos hemos quedado huérfanos de personas importantes, de instituciones, de servicios… Hemos perdido –espero que, no irremisiblemente– un Centro que fue hasta hace poco nuestro verdadero corazón, hemos perdido ese tren entrañable y necesario, manteniendo a duras penas un servicio ineficaz y poco agradable. Y otros aspectos que harían inacabable estas líneas…

Afortunadamente conservamos el privilegio de contar con nuestro medio de comunicación de cabecera, con EL NOSTRE, y por ello pienso sinceramente que somos todavía un poquito afortunados.

Estimo que Alcoi, y a su frente quienes han de gestionarlo, ha de redoblar –SÍ o SÍ– la lucha para que regresen a esta ciudad la eficacia en los servicios, el bienestar de la vida diaria, la lucha por avanzar que siempre ha distinguido al alcoyano, y no tengo ninguna duda de que EL NOSTRE ha de ser uno de los caminos esenciales para conseguirlo.

He estado en algunas ocasiones en las oficinas de EL NOSTRE, y en las personas que allí encontré siempre recibí simpatía, amabilidad, y pienso que, si así es la entrada, ¿cómo será por dentro?

No quisiera olvidar que EL NOSTRE somos todos, el periódico, quienes lo hacen posible, y sobre todo, usted, admirado lector que hace posible (al comprarlo y al leerlo) el que pueda seguir existiendo.

Mi felicitación por la onomástica es también apropiada para las personas que hacen uso del mismo, pues al comprarlo posibilitan que perviva y siga siendo ese fiel hermano para todos nosotros.

Uno, que vive fuera de Alcoi desde hace tantos años –demasiados, y eso no es nada bueno, lo sé– tiene la fortuna, cada sábado, de conocer y sentir el pulso de Alcoi, de sus inquietudes, de sus necesidades (que parecen demasiadas), de disfrutar con la riqueza de la opinión de Carlos Merchán, del latir de nuestro Deportivo, del Patín Alcodiam, de nuestro fútbol sala…

Estoy convencido de que, al margen de las deficiencias y necesidades que vive Alcoi y su ciudadanía, somos afortunados por tener a EL NOSTRE… Muchas felicidades, y esperamos y deseamos que EL NOSTRE nos acompañe muchos, muchísimos años, de los que un servidor aspira a disfrutar cuantos más, mejor… ¡LARGA VIDA A EL NOSTRE…!

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