«Vuelvo a casa, son siete años fuera»

La silla de cuatro jugadores argentinos con la que se asienta el Alcodiam esta temporada quedará coja a partir del 27 de mayo, una vez que se baje el telón en la OK Liga. Fran Roca no ha aceptado la oferta de renovación y deja el club tras dos campañas. Su decisión es firme por una razón fundamental, regresa a su San Juan natal. “Son ya siete años fuera de Argentina, alejados de familia y amigos, y ha llegado el momento de regresar. Estas dos temporadas en el Alcodiam han sido excelentes, mi cabeza me dice que me quede, pero mi corazón me pide que me vuelva, y por esta vez voy a hacerle caso. En el futuro no sé qué pasará, tengo 28 años, aún me queda mucho hockey en mis piernas, pero tengo decidido volver a casa, así se lo he comunicado al club”.

Fran Roca se marcha con la mochila repleta de experiencias y con la satisfacción de haber jugado en las cuatro grandes ligas europeas. Su etapa más duradera fue Italia, donde pasó tres temporadas, pero también jugó un curso en Portugal y otro en Francia, además en 2009 fue campeón de Argentina con el UVT de San Juan, su más que posible destino en el regreso a casa.

Cuando fichó por el Alcodiam, el zaguero no era la primera opción, de hecho vino tras descartarse a su compatriota Guido Pellizzari, quien por un problema de visado no acabó vestido de azulgrana. “Han sido dos años que nunca olvidaré, he disfrutado mucho en este club y esta ciudad. Seguro que volveré, aunque sea de visita. Si el primer año que vine a Europa hubiera fichado por un equipo de la OK Liga, seguramente habría jugado todo este tiempo en España. Lo prefiero 10.000 veces a Italia. Allí se valoran más las individualidades, en la OK Liga cuenta más el equipo. Es el hockey que mejor se adapta a mis cualidades. Es más táctico, no hay tantas idas y venidas, se piensa más”.

En este mes que le queda en nuestro país, tiene un deseo: dejar al Alcodiam en puestos europeos. “Es por lo que vamos a pelear a tope en las jornadas que nos quedan. Esperamos quitarnos la espina que nos dejó no clasificarse para la Copa. Tuvimos un pequeño bajón al comienzo de la segunda vuelta con los tropiezos frente al Asturhockey y el Palafrugell en casa, dos derrotas que nos dolieron mucho, pero el equipo vuelve a estar bien como demostró el sábado ante el Barça. Es muy difícil jugar contra ellos, preparamos bien el partido, pero son el mejor equipo del mundo. Tienes que tener una efectividad máxima para complicarles la vida. Aún así tuvimos cuatro postes e hicimos dos goles”.

Mañana (12,30 horas), a los de Sergi Punset les espera uno de los grandes escenarios de este deporte, el pabellón de Riazor de A Coruña frente a un Liceo que trata de agotar sus últimas opciones de recortar los cuatro puntos que le separan del Barça a falta de seis jornadas. “El año pasado conseguimos un empate, porqué no soñar y llevarnos en este la victoria. Ellos van a jugar muy obligados. Hemos de pensar en partido a partido, no aflojar en el día a día y dejárnoslo todo en la cancha. Tanto física como mentalmente el equipo está bien y hemos de aprovecharlo para dejar a la entidad lo más arriba posible”.

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