Voler clavar el clau per la cabota
La frase valenciana voler clavar el clau per la cabota define a la persona que se obstina en un procedimiento ineficaz y contraproducente. Un terco, en definitiva, al que de una manera más coloquial podríamos calificar como cabota sense trellat.
En La Alameda Camilo Sesto estamos viendo estos días un ajustadísimo ejemplo de esta expresión. Asistimos a una muestra de cómo el que manda desde hace doce años se empecina, otra vez, en unas obras que nadie le ha pedido y que sólo hacen que complicar la vida de los vecinos.
Evidentemente hablamos de Antonio Francés. Como en el cuento del lobo de los hermanos Grimm, ya nos enseñó la patita en Entenza: un auténtico desastre de cruces peligrosos, macetas inservibles (eso sí, estas eran horizontales) y un sinfín de señales de tráfico que todavía se empeña en llamar calle inteligente. Después, Francés enseñó las garras a comerciantes y vecinos, arrasó el Centro de Alcoy perpetrando unas obras en un conjunto histórico artístico sin pedir los permisos oportunos a la Consellería de Cultura y cerrando al tráfico dos arterias fundamentales, sin atender los informes técnicos que indicaban lo contrario.
Ahora, esta misma cabezonería se ha marcado un nuevo objetivo y dirige su apetito hacia la Alameda con la intención de complicarnos todavía más la vida a los alcoyanos. Como si en estos 12 años de gobierno no nos hubiera martirizado suficiente. Construye un carril bici que intenta hacernos creer que es de obligado cumplimiento. Cuando no es así, los fondos europeos destinados a movilidad se pueden emplear en un carril bici, pero también en otro tipo de intervenciones, que van desde la creación de aparcamientos disuasorios a la instalación de puntos de recarga, pasando por la creación de nuevas herramientas digitales para analizar el tráfico real.
Desde Bruselas nadie obliga a Antonio Francés a cerrar el tráfico en San Lorenzo y San Nicolás, ni a construir un carril bici desde Cervantes a la zona Norte por la Alameda. Eso son decisiones exclusivas del señor alcalde y su tozudez en no escuchar la voz de los vecinos con tal de salirse con la suya.
Este híbrido de equipo de gobierno a caballo entre el lobo feroz y el Don Erre que Erre de Martínez Soria ha derivado hasta convertirse en la agencia KAOS del superagente 86. Tres legislaturas que los han desconectado de la realidad y de las necesidades de Alcoy. Urge un gobierno que no se crea por encima del bien y del mal, que no s’encabote y que gestione la ciudad sin estridencias, pero con la eficacia que merecen los alcoyanos.
Kiko Cantó Coloma. Concejal PP Ayuntamiento Alcoy