Víctor González se sube al avión que le lleva a Jeddah
El empresario alcoyano debuta como copiloto del melillense Juanmi Fidel
Víctor González no gana para sobresaltos en los últimos días. El anuncio del reino saudí de la anulación de todos los vuelos internacionales y el cierre de sus fronteras terrestres y marítimas durante una semana ha puesto en jaque al Dakar 2021 a días de que la participación española tome el vuelo con destino a Jeddah, donde el próximo 3 de enero arranca el rally más duro y mediático del mundo.
El vuelo chárter que ha puesto la organización de la prueba sale del territorio español hoy lunes 28 desde Madrid.“Hasta que no me vea subido en el avión y bajando en Arabia Saudí no estaré tranquillo. Están siendo días muy estresantes entre las noticias que van apareciendo y todas las medidas que debemos seguir para evitar el contagio, lo que significaría quedarte fuera de la carrera”, confiesa este empresario alcoyano, quien después de tres décadas de estar vinculado de una manera u otra con el desierto africano y la leyenda que envuelve a las pruebas que se celebran en ese territorio, se estrenará en la mítica carrera que creo Thierry Sabine a finales de la década de los 70.
UNA SEMANA EN CASA
González ha tenido que cambiar la oficina, los contactos profesionales, por un teléfono móvil y las paredes de su casa. Apenas sale, solo lo imprescindible, por temor al contagio y que ese sueño de juventud termine esfumándose. Un tiempo que está aprovechando para estudiarse el libro de ruta, contrastar la información que extrae de Google Earth y contactar con otros pilotos a fin de tener la máxima información posible. También son constantes las llamadas con el melillense Juan Miguel Fidel que se convertirá a partir del lunes en su inseparable compañero de fatigas. Juntos forman el tándem que van a ser la principal baza del equipo FN Speed en la clasificación de la categoría SSV o buggies ligeros y el gran apoyo en carrera de Santi Navarro, jefe de filas de la potente escuadra catalana que tendrá presencia en el Dakar 2021 en cuatro categorías (coches, motos, camiones y side by side, que son los buggies).
“Para que lo entienda el gran público”, desvela Víctor González, “el equipo FN Speed somos como una escuadra ciclista con un líder para el que trabajar y apoyar de cara a la general. Luego la carrera pondrá a cada uno de nosotros en su sitio, hay una serie de estrategias en función de cómo esté clasificado cada miembro del equipo. Nosotros, por decirlo en el argot de los rallyes, somos los ‘mochileros’ de Santi Navarro. En cada etapa saldremos con la misión de ser los primeros en intervenir en caso de que tenga alguna avería. Eso no quiere decir que no hagamos nuestra carrera y tengamos nuestros propios objetivos. En caso de que tenga cualquier problema mecánico, porque necesita alguna pieza que se ha averiado, nosotros tomamos la salida cada día provistos de una serie de piezas para una intervención rápida. Igual que si necesitara algo de nuestro coche, nosotros deberíamos sacrificarnos por el bien de ellos. Si ya es una avería eléctrica o mecánicamente de una gran envergadura, entonces ya es cuestión del equipo de mecánicos”, esgrime.
Nada más bajar del avión en Jeddah, los participantes serán llevados a un hotel donde permanecerán en cuarentena durante casi tres días hasta que puedan salir para disputar el prólogo del día 2 de enero. Un tiempo que tanto el melillense como el alcoyano aprovecharán para conocerse mejor. Las circunstancias actuales derivadas de la pandemia ha imposibilitado que piloto y copiloto hayan podido disputar alguna carrera juntos y tener un contacto con el Canam Maverick de 900 kilos y 200 caballos de potencia con el que competirán al más alto nivel durante dos semanas. “Tuvimos la oportunidad de conocernos a finales de noviembre en el Rallye de Andalucía. Eso sí, desde que nos confirmaron a finales del verano de que yo iba a ser su copiloto, el contacto telefónico ha sido permanente y por lo que he podido comprobar a lo largo de estos meses, tiene un carácter que me dice nos llevaremos bien. En esas 60 horas que estaremos juntos en cuarentena en un hotel antes de la carrera tendremos la oportunidad de terminar de conocernos e intercambiar la máxima información”, admite Víctor González.
CONSERVAR LA MECÁNICA
El 43 Dakar comienza el próximo 3 de enero aunque el día de antes los equipos tendrán el primer contacto con sus vehículos en el prólogo que determinará el orden de salida de la primera etapa. Será también la primera vez en la que los equipos empiezan a echar mano de la estrategia de carrera. “A nosotros nos interesa empezar en una zona intermedia, ni muy adelante ni muy retrasados. El objetivo es acabar, terminar el rally, pero dentro de ese objetivo general queremos marcarnos diferentes retos para tratar de acabar lo más arriba posible. El sueño sería hacer un Top Ten, sería maravilloso. La idea es hacer un rally de menos a más, tratar de llegar lo mejor colocados posibles al día de descanso, que será después de la sexta etapa, justo en mitad de la carrera. Nos gustaría estar en una buena disposición para en la última semana echar el resto y entonces sí arriesgar al máximo. Para ello será fundamental hacer una buena conservación de la mecánica. En el penúltimo día tenemos una especial de 500 y pico kilómetros, para llegar con opciones la mecánica debe estar fresca para que el coche pueda responder”, destaca.
No solo lucharán por un buen puesto en la clasificación general de su categoría, también por tratar de ganar alguna etapa, uno de los objetivos también de Santi Navarro como jefe de filas del equipo FN Speed. “Al no ser equipo oficial, tenemos complicado que Santi y Marc puedan pelear por la general del Dakar, pero sí luchar por objetivos más reales como buscar alguna etapa, algo que puede estar a nuestro alcance. Por lo que he hablado con diferentes pilotos, es un rally totalmente diferente al del año pasado. Será una carrera donde la navegación va a ser un elemento muy importante e incluso hasta diferencial. Si es así, los medios técnicos pasan a un segundo plano y adquiere mucha importancia la navegación y tratar de cometer los menos errores posibles. Ahí se nos abre una ventana de oportunidades que vamos a tratar de aprovechar al máximo”, confiesa Víctor González, quien ha rebajado los temores que tenía semanas atrás por el hecho de que el Dakar coincida en pleno invierno desértico con temperaturas nocturnas y a primera hora del día por debajo de cero grados.
Muchos de los enlaces en los inicios de etapa se realizan a las 5 de la mañana y su vehículo es un buggie sin puertas ni cristales que protejan del frío. “Voy a ir muy bien preparado, aunque por lo que he podido ver por Internet, no es para tanto como me habían dicho y las temperaturas no difieren mucho de las que tenemos en Alcoy”, desliza.