Ver, verificar, versificar, vox
Andaba un poco, verificando y averiguando detalles de un montón de cosas, que hago o me gustaría hacer y me llega, no sé por quien, un discurso de una señora que representa a un partido político, que bueno a la gente que he consultado, me dicen que son los herederos del franquismo y poco más.
Haber luchado por una democracia, intentando superar todo tipo de dictaduras, me parece que, a estas alturas, no hemos superado absolutamente nada, o por lo menos esta es mi impresión. Las absurdidades del discurso pueden llevarte a la más grande confusión.
Si bien dijo el lugar teniente de Hitler, Goebels que una mentira repetida muchas veces acaba siendo verdad, no porque lo sea, sino, porque el pueblo acaba creyéndola. Y lo peor es una verdad a medias o manipulada.
El filósofo y católico francés Georges Bernanos, fue a Mallorca a visitar a su hijo que se había alistado en la Falange, de vuelta a Francia expuso todos su pesares y sospechas, pero no creo sorprendiera a mucha gente. Alemania se preparaba para “el Imperio de los mil años” como decían y claro, muchas cosas más, produjeron la segunda guerra mundial que si la primero sobrepasó los veinte millones de muertes, la segunda más de ochenta y bien sabemos que las secuelas de las guerras son más dolorosas y catastróficas que las que causan las armas de fuego. De ello puedo dar testimonio de mis vivencias en París, cuando ya habían pasado más de veinticinco años de esa guerra.
Y tendríamos que preguntarnos si damos la debida formación a la juventud. En mi infancia a parte de que “todo era pecado” las carencias a todos los niveles era enorme.
No nos informaron de los miles de supuestos republicanos fusilados, de la polio, el sarampión, la viruela y demás que tuvimos que sufrir, hasta que el Opus(según se dijo) “le dio un tirón de orejas” al mandatario y se abrieron las fronteras, para superar la miseria. Emigraron miles de españoles que con sus aportaciones económicas remontamos en parte la miseria, luego vino el turismo, la cocina y demás. Los jóvenes de hoy son la mejor generación preparada que hemos tenido, pero se les atiborra de tantas cosas superficiales que, pienso, no le dan valor a lo que les puede formar debidamente, es doloroso, pues esa generación es nuestro futuro y que el país esté al nivel intelectual que merece y debe.