Una obra en la que las mujeres hablan y los hombres callan

¿Quién no ha tenido en su entorno inmediato una madre, abuela, hermana, prima o tía más fuerte que una misma? Esa mujer tan firme que te saca del fondo del pozo donde tú te hallas inmersa fruto de unos sucesos del pasado. Así son las mujeres de ‘Miradas delicadas’. Envueltas en los textos del dramaturgo Alfredo Sanzol, muestran cómo se han roto por dentro varias veces y se recomponen para seguir viviendo, aunque se les nota las cicatrices por fuera y la pena en la mirada. Bajo la dirección de Enric M. Piera, se estrena en el Centro Cultural Mario Silvestre de Alcoy, el próximo viernes 14 de junio.

Estructura caleidoscópica
Se trata de distintas escenas de pocos minutos de duración que, como piezas de un puzzle, van encajándose una a una ante nuestros ojos, hasta darle un sentido completo a lo que estamos viendo.

Alfredo Sanzol, autor enamorado de las narraciones cortas, muestra aquí, en estructura caleidoscópica, con una mirada contemporánea, las historias del pasado. Lo ha hecho como a él le gusta: con fragmentos, con trozos, con elementos que en apariencia no tienen relación, pero que configuran un universo en el que el rosal que estaba muerto de repente resucita. En el que una costurera pega a la pared un crucifijo con cemento para que no se lo quiten los milicianos. En el que un padre se quiere hacer amigo de su hija en Facebook. Y en el que unas hermanas despiden a su hermano que se va a la guerra.

Las mujeres, tanto tiempo calladas, por miedo a que les caiga una bofetada, son capaces de decirle a un hombre más grande que ellas: “no tienes cojones”. Y a ellas, arrestos no les falta para coger una escoba y acabar con un invasor de su armario, con bigotes y varias patas, aunque chillen y se arremolinen detrás de un arma que empuña un hombre.

Foto: Una escena de la obra que se podrá ver en el Centre Cultural

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