“Una infraestructura educativa no debería de tardar tantos años en actualizarse”

Entrevista al director del IES Andreu Sempere, Jesús Martínez

“Una infraestructura educativa no debería de tardar tantos años en actualizarse”
Jesús Martínez en la zona exterior de la Escola Oficial d’Idiomes, donde se ubican los alumnos de Secundaria del Andreu Sempere. | ALDEMAR

Hace algunas semanas se pusieron en marcha las obras que tendrán como resultado un renovado y ampliado instituto Andreu Sempere, que sumará unos 1100 metros cuadrados más en el edificio y otros 300 del gimnasio.

Después de dos décadas de reivindicaciones, se prevé que el curso 2026-2027 ya se pueda comenzar en las nuevas instalaciones, según avanza su director, Jesús Martínez, ya que el plazo de ejecución es de 14 meses.

Desde el pasado mes de enero, en el regreso de las vacaciones navideñas, a principios de enero, los alumnos del Andreu Sempere están repartidos en dos espacios de Alcoy. Los de Secundaria en la Escola Oficial d’Idiomes (EOI), y los de Bachillerato, en el edificio del Viaducto.

– Ha pasado mucho tiempo hasta que por fin ha sido una realidad. ¿Qué valoración hace una vez iniciadas las obras?
– Creo que una infraestructura educativa no debería de tardar tantos años en hacerse. Un instituto que tiene 45 años y conforme va cambiando todo, necesita actualizarse, no podemos esperar 20 años a tener un instituto nuevo. Cuando reivindicamos algo es porque realmente es necesario.

Estamos cansados de repetirlo, el dinero que se gaste en Educación y Sanidad, está bien gastado, son fundamentales.

Si los responsables políticos pudieran hacer una reflexión sobré que ha pasado aquí, y que no se vuelva a repetir.

Por otro lado, y ahora que los trabajos han comenzado por fin, estamos muy contentos, tanto el equipo redactor, como la empresa adjudicataria y el Ayuntamiento. Además, están muy concienciados de que se tiene que hacer dentro del plazo previsto.

– En este proyecto ha habido numerosos retrasos por la incorporación de más actuaciones y también por la necesaria actualización de precios con un incremento de la partida destinada. ¿Puede explicar qué ha ido pasando?
– El ‘pecado original’ está en la memoria valorada, en la que no se contemplaban todas las actuaciones que necesitábamos.

Pedimos una entrevista con el Director General de Infraestructuras y le comentamos que no lo veíamos claro. Le dábamos vueltas al presupuesto para hacer el programa funcional del centro y no llegábamos, no entendíamos nada.

Se nos dijo que la remodelación se hacía para atender las necesidades del centro, pero no se explica que se haga una reforma integral y no actúes en las pistas, en el gimnasio, en las cubiertas…

El dinero no es nuestro, el dinero es para atender a nuestros alumnos. Entendemos que los recursos no son ilimitados, pero se debe hacer una estructura adecuada a los planteamientos metodológicos actuales, y además, tiene que durar otros 45-50 años. Fuimos los profesores los que nos dimos cuenta.

Ellos reconocieron el error y plantearon hacer un Edificant 1 y un Edificant 2, pero pensamos, con buen criterio, que si hemos tardado 20 años en hacer un Edificant, para hacer una obra parcial y dejar una parte del centro sin actuar, la comunidad educativa no lo entendería, esperar tanto tiempo para hacer un parche, y más tratándose de un centro público.

En una ciudad como Alcoy, en la que somos solo un tercio de la red, con más motivo se tendría que reforzar la red pública y siempre nos hemos encontrado obstáculos.

Entendemos que no tenemos nada que ver con la Guerra de Ucrania o la subida de precios, y que eso provocó actualizar el presupuesto, pero hay otros trámites burocráticos que no entendemos que haya habido tanto problema.

– El 7 de enero tanto los alumnos como el profesorado ya estaba en las nuevas ubicaciones. ¿Cómo ha sido el proceso de adaptación?
– Fue complicado. Estamos en centros que no tienen como uso exclusivo el Andreu Sempere. Compartimos espacios tanto en la EOI como en el Viaducto.

Todo el mundo entendía que sería una situación difícil pero todos han colaborado y ahora ya está todo funcionando como debería.

– Una de las problemáticas iniciales tuvo que ver con el transporte para los alumnos. ¿En qué punto está este asunto?
– Ya está estabilizado. El AMPA siempre reclamaba que el Ayuntamiento había dicho que iba a dar una solución y se interpretó que desde el barrio habría un autobús para los alumnos del Andreu Sempere, y esto no fue así.

El concejal explicó que el contrato que tienen de transporte no permite eso y gracias a la gestión de Inspección Educativa se buscó una solución rápida que estuvo resuelta en cuestión de días, que era un bus de la conselleria.

Sé que no todo el mundo está contento.

Próximamente hay prevista una reunión con la concejalía de Educación y de Movilidad para explorar otras posibilidades, también de cara al curso que viene.

Mientras tanto, nosotros como escuela asociada a la UNESCO, centro comprometido con el desarrollo sostenible y con el sello de vida saludable que nos otorgó el Ministerio de Educación, tenemos que ver cómo podemos fomentar la movilidad sostenible en nuestro alumnado.

– ¿Hay pensada ya alguna propuesta sobre este tema?
– Plantearemos algún plan piloto para utilizar el carril bici, que es una infraestructura que ya está en uso y podría servir para fomentar el transporte sostenible como patinetes o bicicletas.

– ¿Qué previsión hay respecto al nuevo centro?
– La idea es que las obras duren 14 meses. A ver si podemos celebrar las fiestas de Moros y Cristianos del año que viene con la obra casi casi acabada. Nuestro pensamiento es que el curso empiece en el nuevo centro y aprovechar el verano para rematar y la puesta a punto.

– ¿En qué punto están las obras?
– Los trabajos van muy rápidos. Ya está el gimnasio tumbado, las pistas limpias, la actuación en el talud que da al Tomás Llàcer está hecha, que es donde irá el nuevo gimnasio y se está desmontando casi toda la cubierta.

– ¿Cuál será el resultado del nuevo IES Andreu Sempere?
– El resultado será un centro magnífico, muy adaptado a los planteamientos actuales de las metodologías activas, en las que el centro ya está trabajando.

Tendremos unas hiperaulas, espacios de laboratorio, aulas de informática muy preparadas, una sala multiusos para poder hacer cosas que hasta ahora no podíamos.

Por ejemplo, tenemos el Bachillerato Musical y de Artes Escénicas, y cuando hacemos alguna representación, lección inaugural, hemos de salir fuera del centro, ver si hay instalaciones libres, montar, desmontar…

Además, la perspectiva es que esa infraestructura la pueda utilizar los centros del barrio.

También habrá una mediateca para que los vecinos de la zona, por las tardes, puedan venir a utilizar los ordenadores, a hacer consultas, o simplemente a leer.

Queremos que sea un centro abierto al barrio.

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