Un proyecto de altura en Grecia

Mónica López y Antonio Fernández son dos acróbatas alcoyanos que en los próximos seis meses presentan su espectáculo en Grecia

Mónica López y Antonio Fernández, dos acróbatas alcoyanos, han llevado su arte a un nuevo nivel con su proyecto Acroakra. Actualmente, están en Grecia, donde pasarán seis meses presentando su impresionante espectáculo de acrobacias en Creta, la isla más grande del país.

Concretamente, el espectáculo se lleva a cabo en el Alar Dinner Show, un teatro donde los espectadores pueden disfrutar de una cena o una copa mientras presencian una actuación que combina baile, circo y música en vivo. “Nosotros hacemos acrobacia en pareja, dúo de telas aéreas y dúo de straps. Son disciplinas en las que trabajamos en el aire, suspendidos a varios metros de altura, realizando figuras que combinan fuerza y flexibilidad”, explican Mónica y Antonio, que comparan el lugar con el famoso Benidorm Palace o un pequeño Circo del Sol.

Durante la semana, la sala alterna dos espectáculos, uno de ellos está centrado en la historia y mitología griega, exactamente en la Guerra de Troya, y ofrece un mensaje de paz. “Nos gustó la idea de participar en un espectáculo así, pues siempre nos ha gustado tanto la mitología como la historia”, comentan.

El proyecto de Grecia surgió después del verano pasado mientras, compaginando trabajo y actuaciones, ambos se dieron cuenta de que era posible vivir de su pasión. Antonio es fisioterapeuta y trabajó de ello hasta una semana antes de mudarse a Grecia. “El verano pasado fue un poco duro, pues trabajaba de fisio durante el día y haciendo espectáculos por la noche. Pero ya sabes lo que dicen, elige un trabajo que te gusta y no tendrás que trabajar ni un solo día de tu vida”. Mónica, por su parte, es profesora de idiomas y daba clases online hasta el año pasado, cuando decidió estudiar patronaje y confección para poder confeccionar los vestuarios de los espectáculos de Acroakra.

“A principios de año nos contactaron de Alar Dinner Show por redes sociales para hacer nuestros números de dúo de acro y dúo de telas, entre otros. Nos pareció una oportunidad única para crecer como artistas y empezar a vivir de nuestros sueños”. Tomar la decisión de mudarse a Grecia no fue difícil para ellos. “A priori puede parecer una decisión difícil, pues significa dejar atrás una vida resuelta, la familia y amistades, un trabajo fijo, una casa, etc. Pero lo cierto es que no fue difícil en absoluto, fue la evolución natural de Acroakra. Teníamos muy claro que nos apetecía pasar un tiempo fuera de España creciendo y trabajando con otros artistas. ¿Qué es la vida sin un poco de riesgo? A nosotros nos asusta más pensar en ser mayores y no haber luchado por nuestros sueños, que en dejar todo atrás por cumplirlos”, explican entusiasmados.

Mirando hacia los inicios del proyecto, nos remontamos al 2020 en Campello, exactamente en el parque de calistenia de la playa, cuando un amigo en común les presentó, y Antonio le propuso a Mónica hacer acro. “Desde ese momento, nos hicimos inseparables”, explica ella misma. En 2021, durante una cuarentena de dos semanas tras un viaje a Ecuador, Mónica y Antonio tuvieron mucho tiempo para pensar y se les ocurrió el concepto de Acroakra.

Seguidamente, abrieron una cuenta en Instagram (@acroakra) y empezaron a compartir su trabajo. Después de crear el perfil, empezaron a subir fotos de sus acrobacias en pareja. “Mucha gente empezó a preguntarnos si hacíamos talleres, y de ahí salió la idea de compartir lo que sabíamos con más gente. Fue en ese momento cuando empezamos a hacer talleres en Alcoy, en Kiko Training. Después nos surgió la oportunidad de hacer un espectáculo de acro y, tras darle varias vueltas y dudar un poco, aceptamos el reto”.

Desde entonces, comenzaron a ser contactados por varias empresas de eventos en Alicante, realizando shows en fiestas de pueblos, calles, bodas, inauguraciones, festivales, congresos, restaurantes y teatros. Y, en 2023, fueron llamados para hacer espectáculos en hoteles de Benidorm durante la temporada de verano, lo cual aceptaron con entusiasmo.

En los espectáculos, Mónica y Antonio expresan el amor que sienten y la pasión por lo que hacen. Mientras que en los talleres “nos centramos en la superación personal de los alumnos y en que se diviertan entrenando de forma diferente. Todo esto mientras se interactúa con gente nueva con las mismas aficiones. Pero sobre todo, lo que más nos caracteriza es que nos encanta lo que hacemos”.

Todo ello, evidentemente, conlleva una previa preparación: “Cada espectáculo de Acroakra se prepara en unas dos o tres semanas de ensayos intensivos, mañana y tarde. “Son unas semanas iniciales un poco duras, de mucho trabajo y concentración para aprender coreografías y crear números. Pero una vez está funcionando el show, cada artista organiza sus momentos de entrenamiento. Nosotros entrenamos entre tres y cuatro horas al día. Cuando vivíamos en Alcoy entrenábamos en Cabriola, pero aquí en Grecia entrenamos en el teatro por las mañanas”.

A nivel físico, el desafío más grande es evitar sobrecargarse y no lesionarse. “La fuerza y la flexibilidad se entrenan y se ganan, pero siempre está presente el riesgo de hacer un mal movimiento, tener una mala caída o pasarse entrenando y no descansar lo suficiente. Además, es importante una buena alimentación y cuidarse a nivel mental. En la parte mental entra también la confianza, algo fundamental cuando trabajas en pareja y tu vida, literalmente, está en las manos del otro”.

Con un presente forjado y una pasión compartida por las acrobacias, Mónica y Antonio continuarán llevando su arte a nuevas alturas, literal y figurativamente, mientras siguen creciendo y encantando al público griego.

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