Un lazo inquebrantable: la historia de Lola y Selma
Selma fue acogida por la familia de Lola. Hace un año se reencontraron en Londres y la pasada Navidad volvió a Banyeres
En el año 1995, en medio de los días más oscuros de la guerra de Bosnia, muchas familias españolas abrieron sus hogares y sus corazones para ofrecer esperanza a un grupo de niños que huían del horror. Entre ellos se encontraba Selma, una niña que llegó a casa de Lola y su familia, en Banyeres, para quedarse durante tres meses.
Durante aquel tiempo, la familia Terol-Jara hizo todo lo posible para que Selma se sintiera como una más de la casa. La abrazaron, compartieron momentos inolvidables y le ofrecieron un pedacito de la infancia que la guerra le había robado. Para ellos, Selma no era una invitada, era una hija más.
Cuando la niña regresó a su país, inevitablemente perdieron el contacto. Pasaron unos 15 o 16 años, pero nunca la olvidaron. Finalmente, gracias a la tecnología y las redes sociales, pudieron reencontrarse en el año 2009 a través de Skype. Aquel reencuentro virtual fue un regalo inesperado que volvió a unir dos corazones que nunca se habían olvidado.
Con los años, la vida llevó a Selma a Estados Unidos y posteriormente a Londres. A pesar de la distancia, el contacto continuó. Un día, Selma propuso a Lola que fuera a visitarla a Londres. Pero Lola, que tenía mucho miedo a los aviones, se negó. Sin embargo, un día confesó a sus hijos: «Tengo mucho miedo, pero antes de morir quisiera ir a verla.» Sus hijos, con cariño y firmeza, le respondieron: «Mamá, tú subirás al avión, sí o sí.»
En Reyes del año pasado, Lola recibió un sobre con un billete de avión para viajar a Londres. Cuando llegó el día, Lola y su familia viajaron juntos a Londres para reunirse con Selma. La experiencia resultó muy emocionante y llena de alegría. Pasaron tres días inolvidables, llenos de conversaciones, recuerdos y abrazos, un tiempo que ninguno de ellos olvidará jamás.
Durante aquella visita, Selma expresó su deseo de regresar a España para reencontrarse con la familia que tanto había significado para ella. Así, el pasado 21 de diciembre, Selma llegó a casa de Lola para pasar unos días en el marco de las fiestas navideñas. Fueron días mágicos en los que visitaron Banyeres de Mariola y Valencia. En el pueblo, Selma quedó fascinada por las luces de Navidad, las calles adornadas y el ambiente tan especial de esas fechas. Aquí notó la diferencia con Londres: allí las calles siempre están llenas de gente, mientras que en el pueblo, el ambiente era mucho más hogareño.
Puede leer la historia completa en El Nostre del 10 de enero de 2025.