Un Ferrari en el garaje

Me da a mi que lo vivido los dos últimos domingos en el Collao van a ser una constante de aquí al final de temporada a no ser que cambien muchos las cosas, que Óscar Díaz se meta en el papel de goleador, cuando no lo es ni lo ha sido nunca en su carrera futbolística; que Braulio rejuvenezca diez años o que Rubio, el preferido de la afición, juegue donde tiene que jugar acorde a sus características, que es cerca del gol y no pegándose panzadas a correr para nada.

El Alcoyano necesita como el beber a un 9, un especialista del área para desatascar partidos como los del domingo, un goleador que impongan respeto en la defensa rival y que tengan a dos contrarios detrás que no le quiten el ojo. El Badalona sí que lo tenía en su equipo y fue quien se llevó el gato al agua en un encuentro que iba de cabeza al empate sin goles. En la única que tuvo, marcó el único gol mientras Tomás Ruso y compañía miraban como el balón entraba tras una buena maniobra al primer palo en la que sacaron los colores a la zaga blanquiazul. Sin embargo, ese tipo de jugador tiene un coste en el mercado y la comisión deportiva prefirió este verano pagar un centrocampista a precio de delantero con tal de robarle ese futbolista al vecino y encima ese jugador, con un carácter un tanto especial, es el único de la plantilla que aún no ha debutado por una lesión que se ha eternizado con el paso de las semanas.

Lo que el Alcoyano tiene es un Ferrari en el garaje que ni siquiera puede utilizar para pasear y lucirlo por la calle mientras persiste la sangría de puntos en un Collao que el domingo vio su peor entrada de público de la temporada. Negro panorama con rivales tomando nota.

La fórmula de un buen portero, tres centrales bien escalonados y haciéndose ayudas, más dos laterales que taponen los costados le bastó al Badalona para llevarse la alegría de la temporada. Por cierto, no me canso de ver la maniobra del Jorge Molina en su gol al Huesca en el descuento. Una auténtica maravilla. Los entrenadores deberían poner el vídeo mil veces a los niños que sueñan con algún día ser futbolista. Sin duda, un grande.

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