Un deseo llamado Juli

El debut liguero en Benigànim puso de manifiesto dos cosas, que De Lerma no cuenta para Vicente Parras (estuvo en la grada) y que el equipo necesita otro delantero, bien un 9 o un mediapunta que se mueva bien entre líneas.

A Vicente Parras no le quedó otra el domingo que poner toda su artillería en el once inicial. Las tres sustituciones que hizo fueron marcadamente defensivas. Un central, Raúl González, fue el primer cambio en el minuto 58; seis después, Diakité, un mediocentro defensivo entró por Acevedo, y a seis del final, otro central, Chato, ocupó el puesto de Fran Machado.

El Deportivo echó en falta en la segunda parte ese futbolista de ataque que con las pilas cargadas ejerciese de agitador para un Benigànim al que la segunda parte se le hizo bastante larga.

Un jugador que el domingo no estaba en el banquillo para dar descanso a Óscar Díaz o Pau Franch. Esa función la pueden cumplir actualmente Ruba o Acevedo, pero ambos demostraron ante el Benigànim que su verdadero puesto está ocupando los costados del 4-2-3-1 que empleó como dibujo táctico Vicente Parras en el estreno liguero.

El Alcoyano tiene un deseo y se llama Juli. El alcoyano se ha quedado sin ficha en el Hércules. No cuenta para Planagumà y parece que tiene los días contados en el Rico Pérez. Todo depende de que ambas partes lleguen a un acuerdo económico para rescindir el contrato que les une.

TRIDENTE DE LUJO

En ese caso, el Alcoyano quiere estar ahí y estar bien colocado para que sea la primera elección. En el club están dispuestos a hacer un esfuerzo para que terminara fichando. José Luis González, director deportivo blanquiazul, reconoce que sería la guinda al pastel. Los primeros contactos se han producido pero el Alcoyano lo que quiere es que primero rescinda con el Hércules. Está claro que el fichaje de Juli sería todo un acierto tanto deportiva como socialmente.

A pesar de sus 38 años recién cumplidos, es un jugador al que aún le queda bastante cuerda y podría formar con Óscar Díaz y Pau Franch un tridente de lujo para la Tercera División. Además, socialmente es un un futbolista con mucho tirón que podría arrastrar a esos indecisos que aún no se han sacado el carnet de socios.
Su llegada conllevaría tener que aligerar de gastos la actual plantilla. El elegido es De Lerma. El club lleva varias semanas tratando de rescindir el año de contrato que le queda como blanquiazul.

El extremeño se mantiene firme y su deseo es seguir pese a saber que no entra en los planes de Vicente Parras. Si la postura de De Lerma no cambia, al Deportivo no le quedará otra que rascarse el bolsillo y pagar íntegramente el año de contrato que tenía firmado como blanquiazul.

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