Tres millones a la basura
Los alcoyanos vamos a pagar, y de qué forma, el retraso en la renovación del anterior contrato de la basura y limpieza de calles: tres millones de euros adicionales por los años comprendidos entre 2012 y 2018. Así lo marca una reciente sentencia judicial que condena al Ayuntamiento a revisar los precios correspondientes a esos años, en los que el contrato, además, estaba caducado. Según la condena, Alcoy debe aumentar en 2,1 millones los importes pagados a la empresa concesionaria y, además, abonarle otros 900.000 euros en concepto de intereses por el retraso en los pagos pendiente. En total, tres millones de euros que vienen a agravar la situación económica del Ayuntamiento de Alcoy.
La condena pone de manifiesto que no hacer nada, tal y como nos tiene acostumbrados el PSOE en los diez años que lleva gobernando, tiene consecuencias. Y muy graves. El pago de estos tres millones es el resultado directo de la desidia y la dejación de funciones del PSOE, que consintió que el contrato caducara en 2012, prórrogas incluidas, y permitió que el servicio se prestase sin contrato durante 6 años. Por lo tanto, si el PSOE hubiese renovado el contrato, no hubiese habido precios que actualizar ni el Ayuntamiento tendría ahora que pagar 900.000 euros en intereses por el retraso en el pago. Sin embargo, el PSOE optó por no hacer nada. Y ahora lo pagamos todos.
Tener actualizado un servicio de en torno a 4 millones de euros anuales debería ser una prioridad para cualquier gobierno responsable. No así para el PSOE de Alcoy, que tardó 7 años en sacar a concurso el nuevo contrato. Los socialistas mantuvieron un servicio diseñado en 1999, es decir, obsoleto. Seguro que todavía recuerdan en qué situación estaba la maquinaria y los contenedores, fruto de la falta de inversiones, así como las quejas que acumulaba el servicio por la falta de limpieza de calles. Poco le importó esta realidad al PSOE, que prolongó este servicio durante 7 años, 6 de los cuales sin contrato por haber caducado.
Contando la condena de tres millones, entre 2012 y 2018 el Ayuntamiento pagó, con el contrato caducado, un precio prácticamente idéntico al que paga hoy en día por el actual servicio. ¿Cuál es la diferencia? Ahora el material es nuevo, al igual que los contenedores, e incluye zonas que, obviamente, no existían en 1999. A todas luces fue un muy mal negocio no renovar el contrato y mantenerlo vencido durante seis años. En este caso la ineficiencia e ineficacia del PSOE afecta directamente al bolsillo de los alcoyanos. Esperamos que al PSOE no se le pase por la cabeza sacarse una nueva tasa, como ha hecho con la de alcantarillado, para arreglar el desaguisado.
Sorprende que al PSOE no le quede otra salida que recurrir, una vez más, al comodín de echar la culpa al Partido Popular. En este caso porque accedió a revisar el precio de la basura en el año 2007, que se toma como referencia en la sentencia. Entonces, el contrato estaba en vigor. Por tanto, poco recorrido tiene esta ocurrencia. Insisto: si el PSOE hubiese hecho su trabajo y hubiese sacado el concurso para renovar el contrato, la ciudad hubiese tenido un servicio nuevo, moderno y con los últimos avances tecnológicos a un precio más competitivo. Lo pudo haber en hecho en 2012. O en 2013. O en 2014. O en 2015. O en 2016. O en 2017. Pero no lo hizo hasta 2018. El PSOE condenó durante 6 años al Ayuntamiento a pagar un dineral por un servicio desfasado. Un dineral que se dispara ahora, además, con la actualización de los precios y, especialmente, con los intereses, que el Ayuntamiento se podría haber ahorrado.
Bien haría el PSOE en no echar balones fuera, asumir responsabilidades y, sobre todo, aprender la lección. No olvidemos que los otros grandes contratos del Ayuntamiento, los del agua y del autobús, vigentes desde el siglo pasado, siguen en prórroga y pendientes de renovar. Veremos qué nos acaba costando.
QUIQUE RUIZ. Portavoz del PP en el Ayuntamiento de Alcoy