Trabajo especializado e integral para hallar todas las respuestas
Hasta finales de agosto está en marcha la campaña de excavaciones en El Salt
Una tesis doctoral de Bertila Galván en base a unos materiales que procedían de unas excavaciones realizadas en los años 60 en El Salt fue el punto de partida de las actuales excavaciones que se llevan a cabo cada verano en Alcoy, en el citado yacimiento, hace ya casi 40 años, puesto que comenzaron en 1986.
Hasta finales de agosto está en marcha la campaña de excavación, en un yacimiento de relevancia internacional, tanto por los diferentes trabajos y publicaciones que se hacen sobre él, como por el propio interés en conocer la vida de los neandertales, del que es ejemplo El Salt.
Un grupo de entre 18 y 20 personas forman parte de estas investigaciones, caracterizadas desde hace ya varios años, por “análisis muy específicos de laboratorio e integrados”, según detalla Carolina Mallol, una de las directoras de las excavaciones, junto a Cristo Hernández, ambos profesores de la universidad tinerfeña de La Laguna. “La integración de datos nos permite analizar las zonas que vamos excavando desde múltiples perspectivas”, afirman.
Por su parte, Hernández detalla que “nos interesa saber cómo vivían los grupos neandertales que vienen a este sitio, cuánto tiempo permanecen en él, cómo se mueven en el territorio, qué hacen en este lugar. Trabajar de manera interdisciplinar nos está arrojando una fotografía cada vez más nítida de cómo era la vida de esta gente”.
Estas poblaciones vivieron aquí hacen unos 50.000 años: “nos estamos asomando a una pequeña ventana para poder verlo, que es este yacimiento”, dice el director.
Para todo ello, Carolina Mallol detalla que “se perfila un equipo de trabajo especializado”, en el que cada uno ayuda a conocer distintos aspectos: “nos hemos centrado en los fuegos porque es lo que más nos sale, pero también aparecen objetos líticos, huesos que hay que estudiar…”. Añade que “es un proceso lento, porque no son solo las excavaciones, hay que llevarlo al laboratorio, de ahí salen tesis doctorales…hay que conectar los datos entre sí”.
La directora afirma que “el producto de todo este trabajo está empezando a verse ahora”, algo que de lo tanto Mallol como Hernández se muestran muy “orgullosos”.
Apunta que el resultado del trabajo de estos años es que “hemos podido establecer de manera muy novedosa la diferencia de tiempo que transcurre entre un fuego y otro, y acotarlo en décadas”. De esta forma, y en base a cada fuego y sus propias características obtienen información acerca de la vida de los neandertales en un momento concreto, y el espacio que separa esa forma de vida a otra, dependiendo del tiempo de diferencia de cada hoguera.
Para todo ello se van levantando “finos lechos que miden menos de un centímetro” de sedimento, para estudiar, por separado y al detalle, todo lo que se extrae. En este sentido, además de estudiantes y expertos en el ámbito arqueológico, también hay alumnos de biología en las excavaciones que se dedican a lavar el sedimento para recuperar ciertos materiales interesantes, como pueden ser, entre otros, huesos de microfauna.
La colaboración de expertos es fundamental en estas excavaciones, puesto que este proyecto cuenta también con equipos en distintos puntos del mundo y numerosas universidades españolas que se dedican al estudio del ADN fósil de los animales, a la microarqueología, a la datación, etc.
CAMBIOS EN EL ABRIC DEL PASTOR
Por otro lado, y previamente a El Salt, se han llevado a cabo las excavaciones en el Barranc del Cinc, en el yacimiento de l’Abric del Pastor. Cristo Hernández afirma que “es un yacimiento muy agradecido. Estamos empezando a excavar en una nueva zona en la que las dinámicas sedimentarias y aporte de material parecen cambiar. Desde el punto de vista de herramientas de piedra, hay algunas novedades que tenemos que explorar y ver bien. Ha resultado realmente interesante”.