Toni Justicia: «Quien venga debe hacer frente a la deuda actual»
El presidente del Alcoyano hace repaso a la actualidad y habla de la posible venta del club
Pocas piezas son material tan sensible como la de presidente del Alcoyano. En otros momentos de bonanza, era un cargo para presumir, con proyección social porque popularmente se decía que primero estaba el Ayuntamiento y después la Associació de Sant Jordi y el Deportivo por su proyección en el exterior, pero en tiempos de vacas flacas como los actuales, recogiendo como herencia una deuda superior al millón de euros, con proveedores llamando constantemente a la puerta, con su predecesor en el cargo a punto de ser denunciado en los juzgados y con la entidad en venta, no es precisamente un menú de buen gusto y fácil de digerir en el día a día. Toni Justicia, que cumple su segunda temporada completa como presidente, hace repaso a la actualidad blanquiazul.
–¿Suena realmente a una maldición?
–Más que un problema en el día a día, las mayores dificultades vienen a la hora de hacer frente a esos proveedores, que en algunos casos siguen trabajando con nosotros, quieres pagarles lo que hay pendiente, pero es imposible porque arrastramos una mochila del pasado tan pesada que aun queriendo, tratando de hacer bien las cosas, no puedes. Es muy triste y a la vez frustrante.
–¿Cuál es la deuda real del Alcoyano en estos momentos?
–En torno a un 1.400.000 euros. Quizás para otros clubes sea calderilla, una cantidad insignificante para lo que arrastran algunos, pero para una entidad como la nuestra, es una cifra muy importante y nos limita cualquier decisión que quieras tomar.
–Una de tus peticiones al llegar a la presidencia el 1 de enero de 2021 fue hacer una Auditoría para saber el estado real de las cuentas del club tras la marcha de Juan Serrano después de doce años en el cargo. ¿Cambió algo la perspectiva tras conocer el resultado?
–Intuíamos lo que podíamos encontrar y desde un primer momento tuvimos claro que no iba a ser nada agradable. Queríamos saber hasta dónde llegaba la ropa sucia y poner así el contador a cero o a menos 1.400.000 euros. Fueron casi diez meses de bastante dedicación, de aportar información a los auditores. Muchas veces no fue fácil, Hay que tener en cuenta que el club estuvo durante cuatro años sin presentar sus cuentas en el registro mercantil.
–La herida sigue muy abierta, A principios de año anunciaste el deseo de llevar a los juzgados a Juan Serrano. ¿Sigue adelante la demanda?
–Por desgracia va ser así. Hemos querido que pase agosto por distintas razones, pero en septiembre queremos que todo siga el cauce normal tras las vacaciones. Nadie mejor que él sabe la situación del club cual es. En su día firmó un reconocimiento de deuda de 200.000 euros, de los cuales solo hizo frente a 50.000 euros y tiene pendiente pagar los 150.000 euros restantes. Se firmaron unos plazos que no respetó, hubo una prórroga a la cual tampoco hizo caso, por lo que sintiéndolo mucho el club tiene que mirar por sus intereses. Nuestra intención no era llegar a este punto pero da la sensación de que se empiezan a reír de la entidad y no queda otra que actuar.
–La bomba del verano, sin duda, es el anuncio de la venta y la apertura de la puerta a la llegada de capital foráneo para hacer frente a la delicada situación económica de la entidad. ¿No supone mandar un mensaje de debilidad con la liga recién estrenada?
–No sé si es mandar un mensaje de debilidad o no, cada cual que lo interprete como mejor crea, pero es la realidad del Alcoyano en estos momentos. Perfectamente la SAD podría dar un paso atrás, decir que hasta aquí hemos llegado y reducir considerablemente el presupuesto dedicado a plantilla. En cambio, el mensaje de la mayoría accionarial es apostar por mantener al equipo en Primera Federación con la misma inversión en la confección de la plantilla que la pasada temporada. Ahora bien, desde el club se ha querido abrir la puerta a la llegada de nuevos inversores que inyecten un dinero que haga fuerte el actual proyecto. Con los actuales recursos no es suficiente para hacer frente una categoría como la Primera Federación, con un gran atractivo deportivo, pero tremendamente deficitaria por los gastos que se generan.
–¿Con 1.400 socios tampoco se puede pedir mucho más?
–Nos gustaría que la realidad fuera otra. El año pasado con todo lo que pasó en la Copa llegamos a los 1.600, una cifra que podríamos alcanzar de nuevo porque ya estamos en los 1.400 socios, pero sigue siendo una cantidad insuficiente. Hablas con presidentes de otros clubes y no se creen que un club como el nuestro, con su historia, teniendo el Collao, tenga menos de 2.000 socios. Estamos abiertos a cualquier sugerencia. Hablamos con las peñas en busca de su opinión, pero sigue siendo muy complicado hacer nuevos socios. Lo triste es ver a muchos aficionados que únicamente se dedican a criticar y a hablar mal sin siquiera ser socios.
–¿Lo del carnet de jubilado ha sido un desliz?
–Creo que se malinterpretó las intenciones del consejo de administración. La tendencia de los clubes es ir al carnet general único. Están desapareciendo los abonos para jubilados, mientras que en el Alcoyano tenemos carnet de niño, estudiante, universitario, jubilado y desempleado. Quitarlos todos de una vez es complicado. Muchos jubilados se molestaron por tener que presentar la renta para así beneficiarse del descuento. Pensábamos que no iba a ser un problema mostrarla cuando se pide para matricular a un hijo o pagar un televisor a plazos. Se trata de una información que luego no manejamos. Me entristece que toda la polémica suscitada en torno a los jubilados ha impedido que saliera a la luz lo bueno de esta campaña de abonados que era el descuento del 50 por ciento en el carnet de aquel socio que trajera a otro nuevo. Además, se han mantenido todas las categorías y se ha añadido el pack familiar.
–Volviendo a la entrada de nuevo capital, ¿todo ha quedado en un anuncio o hay un interés real?
–Hay algún movimiento pero nada en concreto. El Alcoyano en estos momentos es un plato de comer muy apetecible para invertir. Es un club muy querido, con una historia y económicamente no sería una inversión demasiado grande para las cantidades que manejan ciertos grupos inversores. En el club tenemos claro que no vamos a dar las llaves de la entidad a cualquiera que pase, por decirlo de alguna manera. Uno de los requisitos será hacer frente a la deuda. No vale que alguien venga y ponga en marcha una quita para no tener que pagar a proveedores. Se va a mirar mucho esa cuestión, como también que se venga con la intención de hacer negocio para luego vender el club. Otro de los requisitos será la presentación de un plan de viabilidad.
–¿Qué papel juega actualmente el inversor local?
–Ha tenido, tiene y tendrá un papel fundamental. Si el Alcoyano sigue en Primera Federación es precisamente por ellos, merecen un monumento. Se han volcado y es de agradecer todo lo que han hecho por la entidad. Sin ellos, no sé dónde estaríamos ahora. De ellos precisamente parte la idea de buscar nuevos inversores por el bien de la entidad. En ningún momento buscan distanciarse, todo lo contrario. Creen que la mejor manera de dar estabilidad a este proyecto es abriendo la puerta a la entrada de nuevos accionistas, pero nunca como un negocio particular.
–Hablamos mucho de puertas hacia adentro, pero la Federación da la sensación de haberse borrado apenas un año después de anunciar a bombo y platillo la creación de la nueva categoría. ¿Cuál es su papel en estos momentos?
–Hace un año, a estas alturas, habíamos realizado tres reuniones de clubes para poner en marcha la nueva competición. Llevamos una jornada de la nueva temporada y aún no nos han llamado para hablar. Es triste pero los clubes necesitamos saber el dinero que vamos a percibir de Federación para cuadrar nuestros presupuestos. Sabemos lo que nos vamos a gastar pero no lo que podemos ingresar. El año pasado recibimos 360.000 euros e imaginamos que la cantidad a percibir estará en torno a lo mismo. El nuevo acuerdo por los derechos televisivos se ha firmado por las mismas cifras que había.
–Muchos nuevos ricos se están dedicando a romper la banca del mercado de fichajes y encarecer las plantillas.
–El coste de nuestra plantilla está en torno a los 850.000 euros, que es el mismo dinero que se destinó la pasada temporada. Hay cuatro o cinco clubes que se están dedicando a desvirtuar el mercado con sus ofertas a jugadores. El domingo me hablaba el presidente de la SD Logroñés que un club de nuestra provincia recién ascendido le ofreció a un jugador suyo un contrato de 90.000 euros cuando estaba cobrando 20.000. No puede ser que una ficha P cueste 4.000 euros o que un arbitraje se suba a los 5.000 euros. Son cantidades que ahogan a los clubes y hacen de la Primera Federación sea una categoría muy cara, que requiere de inversores para hacer frente al gran gasto que se necesita.
–¿El reto es la permanencia?
–Es la permanencia pero sin dejar de soñar. El año pasado el grupo dos fue una liga más competida que el grupo primero. Esta temporada con la reestructuración es una incógnita. Se presenta un grupo atractivo por los equipos que hay y los campos que se visitarán, pero habrá que esperar. Personalmente estoy muy ilusionado con la vuelta de tuerca que se le ha dado a la plantilla del Alcoyano. Creo que se ha conseguido ese punto de equilibrio con una mayor pizca de calidad de centro del campo hacia arriba, no dependiendo tanto de Mourad como el año pasado, sin perder esa esencia de equipo competitivo y físico que ha caracterizado el Alcoyano con Vicente Parras como entrenador.