Toni Justicia: «La afición debe volver a ilusionarse con el equipo»

Seguramente hace un año si le hubieran dicho a Toni Justicia que el verano siguiente iba a ser el primer curso de inicio como presidente del Deportivo habría respondido que se trataba de una broma de mal gusto porque nadie, ni él mismo, podía imaginar que pocas semanas después se abriría un proceso que desembocaría en la apertura de una nueva etapa en la entidad.
Después de meses complicados, de muchas semanas de caminar sobre terreno pantanoso por la herencia recibida, en plena resaca tras la Nochevieja más extraña por la pandemia, el pasado 1 de enero tomaba oficialmente las riendas de la nave blanquiazul, erigiéndose posiblemente en el presidente más atípico de la historia reciente.
El nombramiento de este informático de profesión sorprendió a los más puristas, extrañados por ver como un desconocido en los ámbitos futbolísticos de la ciudad pasaba a ocupar el sillón presidencial de la principal entidad deportiva de la ciudad con el único aval, ese sí ganado a pulso dentro del mundo de la Festa, en el que goza de un notable reconocimiento por su amplia trayectoria dentro de su filà y en la propia Associació.
Consciente de que se metía en un jardín en el que era todo un neófito, ha evitado pisar los menos charcos posibles en el aspecto deportivo, para centrarse en el cometido para el cual se le requirió, que no era otro que poner en orden a nivel económico e institucional un club patas arriba por la caótica gestión de los últimos tiempos.

–A punto de iniciar tu primera temporada completa como presidente, ¿qué sensaciones tienes tras meses muy complicados en los que la dificultad de la situación hacía imposible desconectar ni tan siquiera un día por la herencia recibida?
–Si de algo puedo sentirme satisfecho es de la respuesta recibida desde la primera vez que pisé el club. Todo han sido atenciones, comenzando por el Consejo de Administración, compañeros de junta, empleados, accionistas y los socios. De todos solo tengo que buenas palabras. Llegué con unas ideas, algunas he podido llevarlas a cabo, otras están pendientes de ejecución. Depositaron la confianza en mi una serie de personas del club pensando que podía desarrollar una labor como gestor para tratar de reconducir la situación. Aunque el Alcoyano sea un equipo de fútbol, su funcionamiento debe ser como el de una empresa, con un Consejo de Administración que decide y unos empleados a los que rendir cuentas Han sido meses de intenso trabajo con mucha gente implicada. Se han logrado cosas que hace unos meses se pensaba que era impensable conseguir. En otras cuestiones habrá que esperar algo más. Cuando llegas a un sitio no puedes cambiar su funcionamniento de la noche al día .

–¿Qué ha cambiado desde aquel 1 de enero cuando se oficializó tu nombramiento?
–Principalmente que tengo más responsabilidades. Soy consciente de que ahora hay un grupo de gente que depende de mí, pero a nivel de trato personal sigo siendo el mismo y no he cambiado en nada. Desde el primer día me centré en la parte institucional y económica. Tuve claro que toda la cuestión deportiva estaba en buenas manos con Josele González y Vicente Parras como responsables de esa parcela. Son profesionales que tienen poco que demostrar. Lógicamente si había que tomar alguna decisión, Josele González hablaba conmigo, pero ambos han tenido carta blanca y la máxima confianza del Consejo de Administración.

–¿Poner en orden una economía de guerra en la que enderezar el rumbo ha debido de ser una labor casi titánica habrá centrado todos los esfuerzos desde el primer día?
–Me encontré un club dejado de la mano de Dios, en el que hasta encontrar un papel o una factura era una tarea imposible. Hemos avanzado bastante y se ha buscado regularizar esta situación. Si alguien solicita algún tipo de documentación, que no sea un problema como ha sucedido con la inscripción del equipo en la Primera RFEF. Sé que ha habido mucha gente pendiente y que se ha impacientado porque no entendía que pasaran los días sin que llegara la confirmación desde Federación. Se ha podido solucionar, pero no ha sido fácil por una cuestión más administrativa que económica. La administración, y más en estas fechas, funciona a un ritmo y la Federación quería tener toda la documentación en unos plazos que eran otros muy distintos. También nos ha pasado algo parecido con la inscripción en el Registro Mercantil, aportamos bastante documentación pero insuficiente para ellos, lo cual nos ha obligado a tener que convocar otra Junta de Accionistas para cumplir con toda la documentación que nos piden.

–¿Se hace difícil el día a día estar al frente de una entidad con una deuda estimada en un millón de euros?
–Sería muy complicado si todos los acreedores no hubieran comprendido la situación. El momento es el que es y desde el primer día se trató de elaborar un plan de pago viable. La respuesta ha sido increíble y todos han decidido seguir trabajando para el club. Otra cuestión importante es que no se trata de una deuda a corto plazo y en algunos casos se ha buscado negociar con los acreedores para intentar alargar los pagos.

–La falta de liquidez ha provocado retrasos en el pago de las mensualidades y algunas denuncias en AFE
–Es cierto que hemos tenido algunas resoluciones en contra de AFE, pero también es verdad que ningún jugador puede decir que hemos dejado de pagarle. No queremos que sea algo sistemático, estamos trabajando para que el profesional cobre cuando le corresponda, pero la situación era muy complicada y nuestra única salida fue tratar de ser lo más trasparentes posibles. Lo importante es que al final estamos al día y quien viene al Alcoyano no lo hace por dinero y saben que es un buen escaparate para mejorar sus carreras.

–¿Con qué ilusión se afronta la primera temporada como presidente?
–Con la máxima. Sobre todo me sentiría feliz si al final de la temporada la afición ha disfrutado con el equipo, independientemente de la posición que ha ocupado en la tabla. Por encima de todo, quiero que disfrute, que la gente se ilusione otra vez con el Deportivo. Si hay dos elementos que nos diferencian con respecto a la mayoría de clubes de la categoría son la afición y el Collao. Todos los jugadores que fichan con nosotros, repiten lo mismo: el ambiente del Collao. Muchos han jugado en grandes clubes pero todos coinciden que el público del Collao es único. Esa debe ser nuestra baza frente a los grandes presupuestos de la categoría. Ahora somos algo más de un millar de socios y nos gustaría que pronto fuéramos 1.500. Sería muy bonito. Venimos de donde venimos y sería muy ilusionante ver el Collao otra vez rugir con su equipo.

–¿Cómo ves la nueva categoría de la que el Alcoyano será uno de los clubes fundadores?
–Muy atractiva e interesante para el aficionado. Quizás no llega a ser como nos la vendieron al principio, pero estoy convencido de que a quien le guste el fútbol va a disfrutar mucho. Sobre todo hemos de ser nosotros mismos los que la hagamos atractiva y creamos en la nueva categoría. En este primer año lo más importante será la permanencia. Va a ser muy complicado lograrla, hay muchos clubes que han invertido grandes cantidades de dinero mientras que nosotros seremos uno de los presupuestos más bajos de la nueva categoría.