Toni Justicia: «El club es una SAD que funciona como una empresa»

Se podrán decir muchas cosas de Toni Justicia pero una está clara, que no es un mandatario futbolístico al uso y pasará a la historia del club como uno de los presidentes más atípicos de la historia del club, entre otras razones porque ni entiende de fútbol, ni es su pasión, ni tampoco lo pretende porque sabe de los peligros que otros en su cargo cometieron y salieron por la puerta de atrás en el momento que descuidaron su faceta como gestores y se dejaron seducir por la tentación de hacer aflorar ese entrenador que todos los aficionados futbolísticos llevan dentro.

–Llegaste oficialmente al cargo un 1 de enero de 2021 y vas camino de tu tercera temporada completa como presidente. ¿Es igual o distinta a las otras?

–Totalmente diferente. La nueva propiedad ha llegado con un proyecto bajo el brazo y sus ganas de llevar al Alcoyano a lo más arriba posible se nota en cada decisión que toma. No le vale con la permanencia, quiere más y lo aplica. Desde su llegada no ha habido un día de tregua. De puertas hacia adentro se ha trabajado mucho. Se propuso poner al día el club y ha cumplido su palabra. El día a día ahora se afronta de otra manera, no te llaman todos los días por un impago. Se han llegado a acuerdos de pagos con proveedores y acreedores, algo que no sucedía desde hacía mucho tiempo, con la plantilla y los empleados cobrando antes del día 30.

–¿Nada que ver con el negro horizonte que pintaba hace un año por estas fechas?

–A estas alturas no sabíamos si íbamos a llegar a jugar la segunda vuelta. La mentalidad era de no generar más deudas de las que ya había. Hubieron muchos proveedores y acreedores que decidieron plantarse.

–Oficialmente eres el presidente del Alcoyano, pero internamente tu posición dentro del club es otra. ¿Es así?

–Podría decirse que soy un director general. En el organigrama que la propiedad diseñó, él está por encima de todos, siempre tiene la última palabra, mientras que yo soy quien representa institucionalmente al club y la persona que está más cerca de la propiedad en la gestión del día a día.

–¿Cómo es Juan Carlos Ramírez, la nueva propiedad del club?

–Por encima de todo es una persona de empresa con ideas muy claras y una tremenda experiencia, no solo como empresario de éxito, también en el mundo del fútbol, que domina muy bien todo lo relacionado tanto en la parte administrativa como la deportiva. Su manera de trabajar no tiene nada que ver con un fondo de inversión al uso que pone su dinero y se despreocupa por completo del funcionamiento del club. Él disfruta del día a día y le gusta estar al corriente de todo. Desde el primer minuto que aterrizó en el club puso su cabeza en el Alcoyano. Poco a poco su corazón también empieza a ser del Alcoyano.

–¿Llegó con unas expectativas y de momento está cumpliendo con todo aquello que dijo?

–Esto es una especie de carrera de fondo y muchas veces hay que ser compresivos y tener paciencia. Desde que llegó no ha dejado de poner dinero de su bolsillo. Está claro que sabía donde se metía, pero muchas veces no resulta fácil romper con unos vicios que se vienen arrastrando desde hace años. El club tenía una forma de funcionar como si fuera una entidad deportiva y hay que recordar que el Alcoyano es una SAD, que debe rendir cuentas a su propiedad y no a los socios como antes. El funcionamiento del club es igual como el de una empresa y muchos no terminan de entenderlo. No había ni rastro del club en el Registro Mercantil, ni se hacían juntas de accionistas, se tuvo que hacer una primera Auditoria y vamos camino de la segunda. La estructura de una SAD no tiene nada que ver con una entidad deportiva y su gestión es la misma que una empresa. Entiendo que haya personas que vean al Alcoyano como algo suyo, pero hay un máximo accionista que es el propietario como los hay en la mayoría de clubes del fútbol español. Ello supone tener un plan estratégico y que se tomen decisiones por el buen funcionamiento de la entidad, no para ganar dinero.

–¿Puede ser rentable un club de fútbol en estas categorías?

–Difícil por no decir que imposible. No hay club que a mitad de temporada o al final recurra a una ampliación de capital para disponer de dinero. No hablamos ya del coste de una plantilla y su cuerpo técnico. Cada arbitraje cuesta 3.000 euros. El desembolso por una ficha profesional supera los 4.000 euros, además está la Mutualidad y cada vez que se abren las puertas del Collao para un partido los gastos se disparan, te obligan a tener una ambulancia medicalizada y seguridad en cada acceso. La limpieza del Collao corre a cargo del club, igual como el mantenimiento del césped y a fecha de hoy, con todo lo que se ha generado en torno al caso Rubiales, no hemos tenido ninguna reunión y ni sabemos el dinero que recibiremos en concepto de subvención de la Federación por derechos televisivos y activos publicitarios.

–Con todo el revuelo que se ha generado en torno a la campaña de socios las peñas peñas han pedido tu dimisión.

–No lo entiendo ni le doy credibilidad a muchos comentarios. Imagino que están hechos desde la ignorancia porque desconocen como funcionan las cosas. Me llama la atención que algunos que presumen de alcoyanistas en las redes sociales ni siquiera sean socios y entraban al campo con el carnet de otro aficionado. Me da cierta rabia pero no quiero entrar en una guerra cuando perfectamente se podrían dar nombres y apellidos. Un club no puede funcionar a base de prevendas como no hace mucho. Ahora se hacen las cosas de diferente manera.

–¿No fue un poco descorazonador ver tanto cemento en el estreno liguero?

–Si en vez del At. Sanluqueño hubiera sido el Barça B como sucedió el año pasado o nos hubiera tocado jugar contra el Real Madrid Castilla, en vez de un millar de espectadores habrían venido más de dos mil. Muchos socios no estuvieron en el partido porque estaban en la playa o en la casita. Confío que el buen partido que se hizo y el reclamo que viene el Ibiza se vea más público mañana. Estoy convencido que esta temporada seremos más en el Collao, se ha hecho un buen equipo para no sufrir y mirar hacia arriba en la tabla. Creo que va a ser un año para disfrutar por la plantilla que se ha hecho y confío que muchos de los que ahora son reacios a hacerse el carnet se lo piensen y vuelvan al campo.