Solc cuenta con un equipo técnico especializado que ha ido creciendo junto a la entidad

El crecimiento de Solc a lo largo de sus 25 años de trayectoria ha ido acompañado por una incorporación de trabajadores con cuya labor dan respuesta a las necesidades y a la demanda de los usuarios, los cuales, cada vez son más, algo que va en relación con el constante incremento de los casos de cáncer, pero también responde a que actualmente esta entidad es más conocida que hace unos años y a que hay más gente que pide ayuda de la que lo hacía hace un tiempo, tal y como indican desde la Associació comarcal d’ajuda en el tractament del càncer.

Actualmente la plantilla la conforma Reyes Cortés, trabajadora social; Bea Cortés y Carina Castillo, ambas psicólogas oncológicas; Carmen Chazarra, administrativa; Marcela Ripoll, que ha sido durante siete años presidenta de la entidad y que ahora es coordinadora de eventos y de actividades externas; y finalmente, Joan Pérez, que comenzó ofreciendo servicios de nutrición, y después incorporó la fisioterapia, ambas dirigidas a la oncología.

Esto último es algo que destacan desde Solc: la especialización de sus profesionales en el cáncer, puesto que de esta forma los usuarios reciben un servicio totalmente personalizado y focalizado en la enfermedad que padecen ellos en persona o si son familiares de estos.

Desde la entidad señalan que cuando reciben a un posible usuario, bien que acude para él mismo o para un familiar, les explican todos los servicios de los que disponen ya que las necesidades son muy variadas y cambiantes.

Solc ofrece un acompañamiento desde el primer momento que acuden, y esto puede ser desde el diagnóstico, o incluso antes de saberlo, en cualquier punto del proceso o una vez que está transitando el duelo.

Pese a que cada uno de los profesionales tienen muy detalladas sus labores, trabajan en equipo y tienen reuniones periódicas.

Es la trabajadora social la que mantiene ese primer contacto y hace la valoración, para poder recabar la información y detectar las posibles necesidades o demandas: “igual ellos no lo piden pero yo detecto alguna necesidad”, detalla Reyes Cortés, quien después deriva a los usuarios a sus compañeros, dependiendo de esa necesidad.

Ella también se encarga de la coordinación con servicios sociales, con el hospital o con alguna otra entidad, ya que Solc tiene contacto con organizaciones que pueden cubrir algunos aspectos que ellos no ofrecen, como puede ser el asesoramiento laboral o tramitar algún grado de discapacidad. Además es la responsable de otras labores organizativas como el programa de prevención que se realiza en los centros educativos.

Marcela Ripoll ofrece un apoyo generalizado a sus compañeros además de coordinar ciertos eventos y actividades que surgen desde fuera de la entidad pero que van a beneficio de esta.

En el apartado psicológico, se ofrece ese apoyo tanto a enfermos como a familiares, y en las distintas poblaciones de ámbito de actuación de esta entidad.

Finalmente, en el caso de la nutrición y fisioterapia, el encargado es Joan Pérez: “se nota mucho el beneficio en el paciente”, afirma. “Con poco cambio el paciente nota mucha mejoría en su vida diaria, sobre todo en la parte nutricional. La gente se focaliza en cambios radicales que no sirven de nada, es más optimizar lo que se come”.

En el apartado físico, indica que “es más ejercicio terapéutico. Intento que la parte activa sea la principal, y es muy importante que haya continuidad en casa”. Pérez destaca la importancia que tiene para él “cambiar el desacondicionamiento físico que produce esta enfermedad, de ahí la importancia de tratar desde el primer momento. Cuando hay un acondicionamiento, ganan muchísima calidad de vida”.

De cara al futuro de la entidad, señalan que el lema ideal sería que Solc desapareciese, ya que eso supondría la desaparición del cáncer: “el cáncer no va a desaparecer, pero hay muchos que se están cronificando gracias a la investigación y a los tratamientos. Hay cánceres para los que hace años no había solución, y ahora se cronifican”, explica la presidenta de Solc, María José Grau.